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El "Palace Car" de la Compañía Anglo Argentina
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Algunas empresas tranviarias contaban con un coche especial armado a todo lujo para ofrecerlo a personalidades que visitaban el país. Con él daban paseos por la ciudad o lo trasladaban al lugar adonde debía concurrir.
En este coche se subieron hasta presidentes: era el "Palace Car" que la Compañía Anglo Argentina había preparado para tal fin. Además podía ser alquilado por particulares.
Apelamos a la ayuda de nuestros amigos investigadores de los tranvías y nos contaron que fue fabricado por J.G. Brill & Co. y que fueron traídos por la Compañía La Capital. Pasaron al Anglo luego de su absorción, allá por 1907-08.
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Seria interesante saber que paso con este coche tan singular.
Luego observo las ventanillas y no coinciden con el chassis pues tiene una “compensadora”,
Por último, los bogíes, no se asemejan a nada conocido en los estándares utilizados en esos tiempos.
Saint Louis Car no es, si bien fueron los primeros en llegar a la Anglo Argentina, eran de cinco ventanillas y su carrocería si bien guarda alguna similitud no es producto de ese fabricante.
Jackson & Sharp, no guarda los estándares de la empresa.
Mientras aguardo en la sala de espera un largo tiempo para embarcar rumbo a San Pablo, aprovecho el tiempo para no aburrirme y aportar mi granito de arena y que puedan develar de donde proviene el artefacto expuesto.
La C.T.A.A., era un “pulpo monopolista”, al estilo como me criaron los “Tommys”.
En el primer semestre de 1897 o 1898 aproximadamente, se realizaron a la J. G. Brill Co., de Philadelphia, dos pedidos separados “especiales” de un solo coche modelo «4e Palace» cada uno, provistos con bogies Brill-22.
Si las neuronas no me fallan allá por mediados del año 1908, la “Compañía de Tamways La Capital”, quien fuera la solicitande de aquel pedido y propietaria a la poste, de aquellos dos tramways “Palace Car”, fue absorbida por la C.T.A.A., haciéndose esta no solo de la empresa, sino de aquellos dos coches más arriba indicados.
Cuando llegue a casa, revisare con tiempo para confirmar mi comentario.
Sepan disculpar el texto y los errores gramaticales, con la notebook en un aeropuerto como él que me encuentro, no es cómodo escribir la historia tranviaria en la “Reina del Plata”.
Deseándoles un excelente fin de semana, reciban Uds., todo mi respeto.