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Los últimos tiempos de un viejo icono mendocino
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Esta imagen nos apena, porque un coche como éste, carrozado por la firma mendocina La Porteña a mediados de los '60, sería un lindo icono para ser restaurado por una empresa de transportes mendocina y recuperar un pedacito de su historia. Pero su estado aparenta ser irreversible, salvo que se invierta una desproporcionada cantidad de dinero para su vuelta a la vida.
Este modelo fue muy característico en Mendoza. Por carrozarse muchas unidades, sería muy representativo de la zona.
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Eran carrocerías sumamente endebles, ruidosas, de nuevas vibraba toda su estructura por doquier. Asimismo, "La Porteña" había incorporado un estilo "aporteñado" que lucía como un injerto en el tradicional contexto de los carroceros menducos, signados por códigos propios e inconfundible estilo.
Esta serie se caracterizaba por sus marcados bombés y ventanas de pequeño tamaño. La luneta era muy parecida a la aplicada por "El Detalle" en aquella época. Eso sí, un avence significatrivo eran los asientos con estructura tubular embutida, en lugar de los aplicados hasta entonces por otros carroceros, cuya estructura cromada quedaba a la vista, anclándose con tornillos a ella la banqueta y el respaldo.
A comienzos de 1973 mis amigos Rauek adquirieron 0km el interno 12, un C-60 (con guardabarros anchos, dominio: M132xxx) cuya carrocería fue el último exponente manufacturado por "La Porteña" que conocí en Mendoza. Tenía un muy raro -y desagradable- estilo, te aseguro que podía desconcertar hasta al más detallista de los busólogos. Era un producto bastante diferente de los anteriores, carente de la magnífica personalidad que distinguió los carrozados del referido taller en los ´60. Poseía elevación en el techo (camello), ventanas pequeñas y una culata con visera muy extraña, cuya luneta era de tamaño más bien reducido. A nivel estructural esta carrocería era, para ser benévolo, un desatre. Mis amigos Rauek nunca conservaron fotos de esta unidad, doy fe de ello porque tuve acceso a todos los registros fotográficos de su flota. Tampoco ví circulando en nuestra provincia otro coche similar, supongo que fue lo último que hizo Silvio Mordasini en colectivos.
Uno de sus últimos trabajos que ví en Mendoza fueron los furgones para atención bancaria móvil que en 1973 hicieron sobre chasis C-10 frontales para el extinto Banco Unión Comercial e Industrial (BUCI). Tenían un diseño horrible, arcaico para la época, comparados con los muy bien logrados que, en 1972, llevó a cabo el carrocero "La Flor de Luján" para el también fenecido "Banco Los Andes" del recordado Grupo Greco. ¿los recordás?.