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Escenas cotidianas de los transportes del ayer (V)
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Pocas décadas atrás se daban situaciones en la larga distancia que hoy parecen inadmisibles, pero que antes era algo normal que sucediera y la gente se adaptaba a ello, sin protestar.
Uno de los problemas más recurrentes se debía al mal estado de los caminos: era usual que los micros se encajaran y que los pasajeros dieran una mano para solucionar el percance. Esta foto parece retratar una de estas situaciones: la gente balancea al micro, suponemos para desencajarlo.
Se trata de un legendario Volvo carrozado por E.M.S.I. de la Empresa Antón, que sufrió los caminos costeros durante décadas.
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Para analizar ambos casos, lo primero que debemos determinar es, cuáles son los sistemas de transporte en ambos países, y a partir de allí, tendremos el porqué, de ambos casos.
La ruta Nro. 11 está en la llanura pampeana, bordeando el mar y muy cerca de la capital argentina, mientras que la ruta brasilera, está a 4.500 km., de Río de Janeiro (capital de Brasil al momento de construir la BR-319), siendo producto del proyecto de autovías estratégicas, durante el gobierno militar, iniciada en 1968 y terminada si mal no recuerdo, en 1973/1974.
La ruta Nro. 11 al momento de la foto de marras, era una pinturita, comparando con la BR-116, ya que la primera esta sobre una sábana, con clima subtropical templado y tierra dominada por pastizales. En Brasil el terreno es muy diferente, ya que es tropical selvático, con suelos rojos que tienen una estructura muy débil, y un clima muy lluvioso en la mayor parte del año, lo que lava permanentemente el suelo, en una zona de jungla muy densa, que provoca permanentes deslizamientos de tierra. Se debe tener en cuenta que la BR-319, es netamente una carretera para transporte de cargas.
El costo de inversión en ambos casos, son muy diferentes, ya que son varios los factores que ayudan o impiden su mantenimiento. Esa zona amazónica en la cual discurre la BR-319, tiene el problema que la deforestación, el ingreso del ganado, y la modificación de los asentamientos de los pueblos que allí viven, hace que se produzca una puja entre los originarios y quienes modifican el ecosistema local. Asimismo, las poblaciones, a pesar que la ruta tiene más de 50 años, no se asentaron a su vera, sino que están sobre el río Madre de Dios, que es su vía más útil para comerciar en el Amazonas.
Teniendo estos factores, debe revisarse la política de transportes de pasajeros, la cual, en argentina, se basa netamente en el transporte terrestre, mientras que la del Brasil, es totalmente opuesta, ya que la principal vía de comunicación es el avión, le sigue la fluvial, en la parte norte del territorio y luego está la “rodoviaria”, que tiene su epicentro en la zona sur de Brasil y por último la ferroviaria, cuyo principal servicio es el de cargas.
La ruta Nro. 11, la recorríamos a fines de los 50`s, en un Kaiser Carabela, y siempre llegamos a destino, ya que era un vehículo para este ese tipo de terreno pampeano, en la BR-319, no creo que llegara muy lejos, no es un automóvil para allí. Entre Manaos y Porto Velho, se viaja en avión, cuyo servicio es cómodo, rápido y barato, caso contario se utiliza el sistema fluvial, entre poblaciones importantes, mientras que el servicio terrestre de Eucatur (un servicio diario, tres veces por semana), por ejemplo, cubre pequeñas poblaciones en el trayecto, y se debe tener en cuenta que Manaos, es un centro industrial importantísimo, con mas de dos millones de habitantes, en plena selva.
Reciban Uds., todo mi respeto.
Uno era de los hermanos Alvarez cuando ellos trabajaban como subcontratados y lo sacaron 0Km.
El otro era de otro contratado o componente que los Alvarez lo compraron usado en 1973.
Ya era completamente obsoleto en esa época pero le direon el gusto a Pepe, que según él nunca tuvieron un coche mejor que ese.
Para peor el coche había volcado, no se imaginan lo que se llovía! Al teminar el viaje las valijas de la bodega de trasera las sacabas con mediomundo. Debo haber dado 3 ó 4 vueltas con ese coche, si no llovía entonces entraba tierra.
Mirabas por el espejo interior hacia atrás y no se veía nada. Sin embargo, el carácter de Pepe era muy especial, a pesar de esos problemas los pasajeros se bajaban a los besos y abrazos con él.
Estas escenas eran comunes tambíen viajando a la costa chica hasta 1977 que terminaron la Interbalenaria.
Para mi suerte nunca me tocó una situación de esta, salvo una vez con el viejo interno 1, un Scania-Vabis B-71 recarrozado con una Porteña doble camello.
De noche volviendo, faltaban 30 metros para llegar al asfalto zona de General Lavalle. Había llovido todo el día y formado un lindo "Huellón", delante mío un Dauphine o Gordini que se queda a caballito. Si yo paraba ahí quedaba, le pegué lo más despacio que pude y cuando llegamos al asfalto me bajé y le dije: "Perdoname pibe, no me frenó por el barro". No importa, mi hermano es chapista y me lo arrgla, gracias que me sacaste de ahí.