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Un clásico en la CADOL de larga distancia
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Este modelo de Carrocerías D.I.C. fue visto en buenas cantidades en varias empresas de larga distancia, sobre diferentes chasis. Entre las que compraron tandas numerosas de estos coches encontramos a Micro Mar, Costera Criolla, Río de la Plata y Chevallier, entre otras.
La tradicional CADOL contó con varios coches similares a este. No llegaron en gran cantidad, pero existieron los suficientes como para percibirlo como mayoritario.
Es muy probable (y lo damos por cierto, de hecho) que fueron aportados por Cacorba para los servicios de larga distancia que después controló. Lleva sus colores. Tal vez aún no habían tomado el control de la mayoría del paquete accionario y por eso no luce la frase "de Cacorba S.A.T." luego del CADOL.
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Sobre ese inmenso mar de tierra firme, avanzaron los pioneros del transporte, en incansables jornadas jalonando el desierto de la campaña, como semilla de los pueblos futuros.
El pionero junto a sus pasajeros fueron los héroes de esta epopeya, al conjuro de su presencia, surgieron los poblados, se multiplicaron las haciendas, y la tierra dejo de ser estéril.
De la transmisión oral de esos cientos de anónimos choferes y pasajeros que transitaron aquellos caminos polvorientos, nos llega hoy sus relatos, al que ningún corazón humano es ajeno.
“Los coches de la tierra”
Nos comenta Don Marcelo Franco que se denominaban “Coches de la tierra” a aquellos colectivos que realizaban su recorrido por caminos vecinales de tierra, donde no cualquier chofer se animaba o estaba dispuesto a hacerlo. El lector podrá recordar y/o imaginar, depende si lo vivió o no, el recorrido que supo hacer la Empresa de Colectivos C.A.D.O.L. desde la Ciudad de Córdoba hasta la localidad de Puesto de Castro pasando por el pueblo de La Posta, basado muy especialmente en los relatos de Dardo David Basualdo, quien fuera chofer por más de 10 años hasta que se dejó de prestar el servicio definitivamente en el año 1995
Como simple dato, cabe recordar que la Empresa C.A.D.O.L. estaba dividida en dos: por un lado, en aquellos colectivos grandes designados a las líneas de larga distancia y por el otro, estaban los colectivos más pequeños, que eran los que estaban designados a los servicios interurbanos o de media distancia, de las cuales, a muchos de estos últimos nos referimos como “Los Coches de la Tierra” conocidos y/o nombrados así en la jerga de los choferes por ser los coches destinados a los caminos de tierra.
Estos caminos de tierra por donde circulaba la C.A.D.O.L., por lo general vecinales, eran o todavía lo son de 14 metros de ancho y unía pueblos de muy poca población.
Don Dardo David Basualdo nos trae de aquellos tiempos el recuerdo del siguiente trayecto:
Córdoba de la Nueva Andalucía - Puesto de Castro (Ramalera: x La Posta)
Parte I: Ciudad de Córdoba (Salida) a Esquina - Depto: Río 1ro. (5ta. Parada).
CORDOBA DE LA NUEVA ANDALUCIA - Departamento: Capital.
Recuerdo que el colectivo salía de la Terminal de Ómnibus de la Ciudad de Córdoba, de la plataforma Nro. 35, a las 13:00 horas. Salía por el Bv. Juan Domingo Perón, Bv. Guzmán hasta la Avda. Emilio Olmos, seguía por Avda. 24 de septiembre hasta Fray Mamerto Esquiú para luego tomar la Avda. Juan B. Justo. Continuaba después por Avda. Dr. Arturo Capdevila hasta la Avda. Leandro N. Alem., Avda. Rancagua y finalmente tomaba el camino a Santa Elena.
SANTA ELENA - COLONIA TIROLESA - Departamento: Colón.
En Santa Elena, el colectivo tenía dos paradas “oficiales” por decirlo de alguna manera. Una en la familia Franch donde dejaba todo tipo de encomiendas (actualmente no existe ese lugar, solo hay unas paredes de lo que fue la vivienda) y otra en la familia Agüero, en la “Paty” como la conocían. En la “Paty” dejaban para llevar al norte, bolsas de papa, durazno, etc. “Las bolsas de papa que se llevaban por aquellos años eran de 50 o 60 kg., no eran como las bolsas de ahora que son chiquitas”, recuerda Basualdo. Esa zona de Santa Elena y Colonia Tirolesa, era toda zona de quinta. En la temporada de verano mucha gente del norte de la provincia viajaba a trabajar a esos lugares para la cosecha de la papa y la recolección del durazno y ciruela, preferentemente, entre otras, frutas, donde se quedaba toda la temporada y es por ese motivo, quienes venían a trabajar, mandaban a sus familias bolsas de papas, frutas, etc. “Todas esas personas que venían a trabajar era gente muy buena, muy humilde, de mucho sacrificio y por eso yo les hacía ese favor”. “Nunca les cobré nada para llevar ese tipo de cosas, lo hacía de corazón”, comenta. Parada Oficial en Santa Elena - Familia Agüero.
“Cerca de Colonia Tirolesa una vez me tocó hacer de partero”. “La señora no aguantó y tuvo el chico en el camino”. “Lo único que sabía era que al cordón no había que cortarlo al ras sino a unos pocos centímetros y así lo hice” “Todo salió bastante bien”, recuerda Basualdo.
LA PUERTA - Departamento Colón:
En La Puerta no había un lugar donde se dejarán cosas, solo había ascenso y descenso de pasajeros e incluso tampoco tantos. El servicio solo era usado por lo general para ir a la Ciudad de Córdoba. “Me acuerdo que un día, entre La Puerta y Tinoco, en una de esas curvas que tenía el recorrido, se me cortó la dirección del colectivo. Menos mal que lo pude estabilizar, aunque la puerta no se podía abrir porque había quedado contra la cuneta que era muy alta”. “La gente se bajaba por las ventanas del colectivo” y sigue comentando “Mandamos a buscar el repuesto a Jesús María y lo trajeron como a las dos horas” “Lo armamos y continuamos viaje”, “Demasiado rápido se solucionó dentro de todo” recuerda Basualdo, entre otras tantas peripecias que le supieron ocurrir.
TINOCO (Comuna) - Departamento: Colon.
En Tinoco, dejaba las correspondencias en la Estafeta Postal oficial que era atendida por Esther Vaca.
ESQUINA - Departamento: Río Primero.
En Esquina el colectivo tenía una parada oficial de 15 minutos en el bar-comedor de Santiago “Yaco” Tiraboschi y Eufemia Olmos y al frente había otro bar-comedor perteneciente a la Señora Elsa Martín. Si bien la parada oficial era en lo de Tiraboschi, los pasajeros utilizaban cualquiera de los dos locales, especialmente cuando venía mucha gente dado que en esos 15 minutos que paraba el colectivo no les daba el tiempo para atenderlos a todos y es por ello que la gente utilizaba ambos lugares. “Yo me llevaba bien con los dos, con Tiraboschi y Doña Elsa, y siempre estaba un ratito en los dos lados”, “Cuando había mucha gente y veía que podían vender un poquito más, esos 15 minutos los llevaba a 20, después ese tiempo lo recuperaba en el viaje”, comenta. Al frente de lo Tiraboschi, funcionaba una tienda grande que pertenecía a la Señora Irma Ríos de Heredia. Mucha gente se cruzaba también a comprar diferentes cosas en ese lugar.
Don Basualdo recuerda: “En lo de Doña Irma había de todo, se vendían muchas alpargatas por esos años” “A mí siempre me encargaba la gente del norte que les comprara alpargatas, me daban el número que calzaba y yo se las compraba y llevaba” “Como a Córdoba llegaba tarde, por lo general las compraba ahí en esa tienda que me quedaba de paso, más allá de que siempre las tenía a buen precio”. En la parada oficial de Tiraboschi se dejaban todas las correspondencias y encomiendas.
En próximas tomas fotográficas de C.A.D.O.L., continuaré describiendo desde la pluma de Don Dardo David Basualdo, las historias de este recorrido basado sobre un viejo boleto que, hoy ya es historia.
Reciban Uds., todo mi respeto.
«Aunque el tiempo se detenga por completo, los buses nunca dejarán de hacernos soñar.
Aunque los recuerdos pasen fugaces, nos harán volver en el tiempo, trayéndonos la nostalgia y el romanticismo de una época inolvidable».
Reciba Ud., todo mi respeto.