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Hermosos dinosaurios, la cheva a tenido bastantes coche de EMSI, "CONFORT SOBRE RUEDAS..." rezaba el folleto publicitario de dicha carroceria, aparte lo raro era estar aqui en zona norte presisamente en Av Fondo de la Legua y Cuyo, Martinez, San Isidro, Bs As, haciendole flor de competencia a las grandes de Rosario, como Cametal, Dic o San Antonio. El folleto daba como administracion en Cagallo 2xxx Bs As. y planta industrial en Martinez.

Cada tanto la tropa se deja ver, el móvil Chapa Nro.0005, del paisano Varela, faltaba aún para la llegada del Pancho Echeverría y Beto Martínez.
Reciban Ud., todo mi respeto.

Y qué lindos que eran... Tenían un aspecto imponente y monolítico. No los conocí en Chevallier, pero sí en empresas como Antón. Tenían mucha personalidad, pese a que los conocí ya viejos.

¿Éstos eran de luneta de dos paños o enteriza y redondeada?

Son de los que la tenían de dos paños, Luis.

«De chiquilín los miraba de afuera, como a esas cosas que nunca se alcanzan...
Cómo olvidarte en esta queja, Chevallier… de mis amores.
Si sos lo único en la vida, que se pareció a mi vieja...»
Estas unidades eran majestuosas, las solía mirar de frente, cuando estacionaban en el portón de Loria, me llamaba mucho la atención su diseño.
«Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao… no ven que va un cheva, rodando por el empedrao»
Recaban Uds., todo mi respeto.

Balada para un Cheva... podría continuar así:
Salgamos a rodar, querida mía
subite a mi Volvo super sport
Nos vamos con el EMSI a las cornisas
con una golondrina en el motor...

«La miro, la miro, y la sigo mirando, que vamos a hacer…”, es ese loco berretín, que tengo por la Chevallier…»
Para completar esta histórica instantánea, podemos agregar que posa en la foto Manolo García y su hija Nadia.
«Acéptenme así, piantao, piantao, piantao... es esa ternura de loco que hay en mí…»
Reciban Uds., todo mi respeto.

Me acuerdo que me llamaba la atención el despeje de los pasarruedas trasero, que se podía ver el otro lado. Además me acuerdo del clásico ronroneo de los motores, al entrar a la terminal de Bartolomé Mitre, brillando por donde se los mire.