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Recuerdo haber leído innumerable cantidad de veces la " epopeya" del rescate de estas unidades, todo da comienzo cuando un amigo de Ariel Luna, Gabriel Perriello le avisa del Bus Bullet, cuando los van a ver se encuentran de casualidad casi escondido el O317, fueron arduas negociaciones hasta que finalmente aceptaron recibir un MB TROYANO PM, EX CHEVALLIER, cómo pago por estas 2 unidades, uno de los conductores gritó VAMOS PAMPERITO, en alusión al Bus Bullet, se perdieron en el camino, les pasaron las mil y una hasta que lograron llegar a los talleres adonde fueron restaurados, creo fué LA EPOPEYA, LA HISTORIA MÁS RECORDADA, de algún rescate de unidades, y cómo dato ambas unidades llegaron andando desde Ingeniero Luiggi hasta Buenos Aires, si mal no recuerdo los talleres de Barracas.

Es cierto, Javier. Fue una epopeya el hecho de traerlos. Era una linda nota, que por desgracia ya no podemos leer ante la desaparición de Solobus.

Totalmente Ale, algunas apostillas que recuerdo de esa epopeya, cuando iban a buscarlos por culpa de la niebla se pasaron de largo en el cruce hacia Luiggi, cuando se dieron cuenta se habían pasado más de 50 kmts, en un control policial les preguntaron adonde iban y estos les dijeron cualquier nombre, los canas para no quedar descolocados les dijeron está bien, sigan, cuando arribaron los esperaron un rico asado ,el primero que pusieron en marcha fué el Bus Bullet, luego el O317, cuando volvían los agarra la lluvia y les falla el limpiaparabrisas, a repararlo en medio de la lluvia, el O317 tuvo una falla y también en medio de la lluvia a repararlo, el PAMPERITO cómo lo bautizó el conductor corcoveaba a cada rato, hasta que dejó de fallar , el 317 fué más parejo en su andar, pero ambos lograron llegar para alegría de todos los que participaron. Les pasó de todo pero de esa aventura no se olvidan jamás, para mi la EPOPEYA BUSÓLOGA POR EXCELENCIA.

En relatos de esa epopeya, ya arribados a Barracas también estaba como apareció el N°interno original del ex Chevallier. Desarmando o destapizando el torpedo cayó la chapita que iba en la llave del coche con el número 183 estampado.

Vi los interiores del cametal en fotos, por el parabrisa debe ser 67-70, y los interiores originales de cametal eran exquisitos, con un trabajo de tapicería extraordinario. Parece que no encontraron tapiceros o no los pudieron pagar, que pudieran hcer esos techos, por lo tanto optaron por la simple fórmica denuda. Eso me dio mucha tristeza.

Los dos coches llegaron al taller de Urquiza (en aquel momento en la calle Zavaleta 520) una mañana de terrible tormenta. Y tuve la suerte de, al notar mi admiración por el noble O317, el entonces presidente de la empresa (el linyera), me ordenó llevarlo a Chevallier "para que se hagan cargo". Por supuesto que la orden la cumplí sin protestar. Andaba como los dioses las 30 cuadras que lo pude conducir, incluso recuerdo que la caja de cambios era una seda. Un cochazo. Si hubiera sido carrozado por La Porteña, era perfecto.

Menuda tarea te encomendaron, Dany. Si la habrás disfrutado...

¿a dónde quedaba el galpón de Chevallier en ese momento Daniel?

El actual. En la calle Luján, donde ahora también atienden a Urquiza, Sierras de Córdoba y otras.