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Interesante perspectiva de un "Camellazo" del Expreso Azul del Río Uruguay
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Ya hemos visto varias imágenes de estos singulares "Camellazos" fabricados por Carrocerías El Halcón del Expreso Azul del Río Uruguay, pero esta nos permite apreciar diferencias en los cortes de pintura que esta empresa utilizó.
Si comparamos el lateral de esta unidad con la expuesta en la foto 114007, que corresponde al Expreso Azul original (sin el agregado de "del Río Uruguay") veremos que son bastante diferentes. Este esquema parece una versión simplificada del anterior y quizás sea el producto de una repintada posterior.
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«Huellas en la historia del transporte nacional de pasajeros»
Cuanta historia en una foto. La toma fotográfica de marras data de mucho tiempo atrás, pero resurgió en un artículo periodístico del diaro “La Calle” de la ciudad de Concepción del Uruguay allá por comienzos de este siglo más precisamente el 9 de diciembre de 2001.
Formó parte de un lote de dieciocho (18) unidades similares, tenían chassis Aclo con motor Volvo, su interior no le envidiaba al de los aviones de su tiempo, sus treinta y siete asientos reclinables con luz individual hacían alarde de la “belle époque”, que remataba con un sistema de música funcional, repartida en seis parlantes a lo largo del pasillo.
El puesto de conducción, asomando a los nuevos tiempos que comenzaban a soplar, era cabinada, con un asiento para el chofer con un asiento tipo “competición” y el del acompañante convertible en cama.
Nos queda la carrocería, que fue diseñada y construida por el propio Expreso Azul del Río Uruguay, con asesoramiento de ingenieros y técnicos locales. La concepción de carrocería y chassis, se basaba en la experiencia propia basada en los caminos en los cuales discurría, como lo eran la tierra, el barro y el ripio como lo era la costa del río Uruguay, su zona de influencia.
El coche de marras fue el pionero y por ello se lo bautizó “El Mimoso”, y el objetivo original era construir un vehículo cada cuarenta (40) días, y así fueron surgiendo nuevos hermanos como “El Camellito” y “Doble Camellito”. Fue el éxtasis de una época dorada para el Expreso, asientos anatómicos, suspensiones neumáticas y el servicio de azafatas para el largo camino a la capital de la Argentina. Atrás quedaron unidades como el predecesor de “El Mimoso”, un viejo Halcón con su noble chassis Volvo, en los cuales no era un placer realizar aquellos tortuosos viajes a lo largo de la costa entrerriana.
Héctor Jorge Pietrafesa, remata este racconto de la historia del “Expreso”, indicando que el comenzó en la empresa en el año 1963, como chofer de camión que traía los periódicos de Buenos Aires.
Artículo periodístico basado el original realizado por el diario “La Calle” el 29/12/1968.
Reciban Uds., todo mi respeto.
Esa tarde saliendo con mi micro de Holt ,Ibicuy me sorprendió una tormenta poco antes de llegar a la Ruta 12 y como el camino estaba abovedado y era de tierra , terminé con las ruedas izquierdas en la zanja , como los DAF tenian dos tanques de gasoil a cada lado comunicados entre sí , el gasoil se fué hacia la izquierda y tuve que ir hasta Brazo Largo a buscar mas combustible ,fui caminando unos 400 mts hasta ruta 12 -de ripio- y allí un camion me llevó hasta Brazo Largo para comprar mas combustible . Allí me dieron el gas oil en una lata de esas cuadradas ,de hojalata muy delgada , paré al Expreso Azul y el conductor muy gaucho ,me dijo que dejara la lata en el estribo , y me invitó a sentarme en la cabina ,en el asiento de acompañante; al llegar al Cce de Ibicuy , le agradezco ,porque no me cobró el pasaje ,me dispongo a descender levantando la lata y una catarata de gasoil cae al ripio .la lata estaba pinchada ,y se perdieron como 10 litros , pobre muchacho ,y los pasajeros que habrán viajado hasta Concepción del Uruguay con un vaho a gasoil insoportable.