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Esos feos ómnibus de Alberto J. Armando
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Eran un lindo injerto: un chasis inglés (Ford Thames) con carrocería estadounidense (Wayne) ensamblados en Argentina...
El recordado empresario Alberto J. Armando los armó aquí, con el fin de ofrecerlos al Estado en la licitación para el cambio de tracción de los tranvías porteños, pero los empresarios no quisieron saber nada con estos vehículos más que básicos, que terminaron en el interior (Rosario, en el caso de esta foto, donde también reemplazaron a los viejos tranvías).
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A mi modo de ver, somos el producto de una exquisita mixtura de inmigrantes de los más diversos orígenes con comunidades autóctonas, lo cual ha producido ese magnífico "blend" que, me parece, es el "ser argentino", tipología étnica tan rara como exclusiva. Desechamos la frialdad y el gusto espartano, aunque algunos compatriotas tengan origen teutón; somos emotivos hasta el llanto y tenemos una constante necesidad de expresar con fuertes colores las emociones, como lo hacemos en el inconfundible filete porteño; personalizamos al extremo el puesto de conducción del "bondi" porque es indispensable ser únicos, irrepetibles,..."ser nosotros". Los argentinos somos, en verdad, una especie única.