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Leyenda de T.A. Chevallier en los '60 y '70
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Esta figura fue un clásico de las rutas que recorría Transportes Automotores Chevallier, desde los tempranos '60 hasta 1977 ó 1978, aproximadamente. Fue el modelo con el que se inició una más que fructífera relación comercial entre esta empresa y la carrocera mendocina La Porteña, de Mordasini y Colonnese.
Casi la totalidad de los micros que se carrozaron en base a este diseño contó con chasis Mercedes Benz O-317 aunque hubo excepciones, como un pequeño lote fabricado sobre ACLO.
Su producción inició hacia 1963 o tal vez un año antes. Es probable que hayan sido los primeros en llevar la leyenda "Scenicruiser". Los últimos fueron retirados de servicio entre 1978 y 1979 y alguno sobrevivió como coche auxiliar en los depósitos de la calle Mom hasta 1984 ó 1985.
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cuerdo este interno con esta carroceria y esta forma de las letras ..saludos
El coche que se rescató para restaurar parece Varese. Era el interno 2 del Expreso Americano.
Si mal no recuerdo, el primer coche con alas dinámicas fue el Crown que llegó a prueba, pero lo estoy diciendo de memoria y puedo estoy equivocado.
Colonnese vino de Buenos Aires y se radicó en Mendoza en los ´40, era chapista y poseía la afición de tocar el acordeón. Recuerdo muy bien que en diciembre de 1976, en una jugosa entrevista realizada por el extinto Diario Mendoza, afirmó que había llegado a Mendoza tan sólo con su caja de herramientas y el preciado acordeón. En 1958, La Porteña comenzó a producir carrocerías con estructuras metálicas, dejando de lado las tradicionales de madera. Pocos años después, estimo que hacia 1962-63, se convirtió en un referente de esta industria, siendo proveedor de T.A. Chevallier S.A., relación que se extendió durante el resto de la década del ´60.
Hablar de La Porteña nos lleva, de modo inexorable, a asociar sus productos con los majestuosos MB O 317, íconos del transporte de pasajeros en nuestros pagos criollos durante cerca de dos décadas. En 1967 Cilio Colonnese se separó de Mordasini e instaló su propio establecimiento, el cual mantuvo activo hasta fines de 1978 o comienzos de 1979, cuando falleció. La planta industrial se situaba en calle Alem esq. Aristóbulo del Valle, Benegas, Dpto. Godoy Cruz. Rescato a continuación algunos conceptos que expuse en revista Andante N°3-2011 (AAETA, Buenos Aires, octubre de 2011), al referirme a la evolución de la industria carrocera mendocina: "El diseño elaborado por “La Porteña”, mostró una fuerte impronta de sus similares estadounidenses y llegó a popularizarse, podríamos señalar que se convirtió en un ícono de la época en el sector del transporte. Desde fines de los ´60 y hasta mediados de los ´70 los dos industriales carroceros mendocinos con mayor producción fueron La Porteña y Colonnese S.A. Más adelante, en su ocaso, La Porteña fue perdiendo influencia, en las últimas épocas sólo construían carrozados especiales (ambulancias, furgones bancarios).
Analizando las diferentes versiones de carrocerías "camello" que produjo La Porteña a lo largo de su historia, podríamos establecer por lo menos tres tipologías bien diferenciadas.
La primera de ellas surgió hacia 1962, estimo que duró poco tiempo en producción, y se caracterizó por sus ventanas con cristales templados sin marcos envolventes sobre ellos. Asimismo, la culata poseía una luneta enteriza, idéntica a la aplicada en los carrozados urbanos y una notable visera saliente, a modo de "labio", ubicada justo sobre el borde superior de la luneta.
Alrededor de 1963 y, se estima hasta 1964, comenzó a fabricarse el modelo de la imagen que ilustra estos comentarios. La diferencia más importante con el anterior está en el diseño de su culata: comenzó a incorporarse la típica luneta panorámica de tres paños vidriados, manteniendo la misma perfilería en la construcción de las ventanas.
De ahí en adelante se produjo un notable avance en estos productos para transporte de larga distancia, al utilizarse ventanas con cristales laminados tonalizados, montados sobre marcos envolventes tipo "americano". Creo que, desde lejos, fue ésta la versión que más tiempo permaneció en producción y de la que más unidades se fabricaron, aplicándose sobre chasis de diversas marcas. Estimo que dejó de elaborarse cuando el establecimiento cesó la realización de carrocerías para ómnibus, a mediados de los ´70. Más adelante construyeron sólo vehículos especiales: furgones, dobles cabinas, rurales, ambulancias, oficinas bancarias móviles, por citar algunos.
Los productos La Porteña han sido, a no dudarlo, uno de los mejor logrados estéticamente durante toda la década del ´60. No obstante, a nivel estructural eran muy débiles: se aflojaban con poco tiempo de uso por la endeble jaula tubular que poseían.
Algunas de las carrocerías de esta marca traían sus portapaquetes interiores a modo de ménsula, sin parantes que los vincularan al techo de la carrocería para rigidizar el conjunto. Lucían muy bien y no habían elementos molestos al momento de acceder para guardar o retirar bultos. Sin embargo, el tremendo momento de palanca que se generaba en el extremo en voladizo, provocaba que las solicitaciones se trasladaran al resto de la estructura, aflojándola.
En chasis con suspensión neumática, este problema no se manifestaba con tanta notoriedad como en aquellos que poseían ballestas. En este último caso, las vibraciones ocasionadas por el tránsito en caminos irregulares magnificaban su efecto al trasladarse a las ménsulas de los portapaquetes, provocando también ruidos muy molestos y la percepción que, en cualquier momento, se desarmaría el vehículo.
Acerca del uso de los frentes de MB O 317 en carrozados sobre chasis de otras marcas, por parte del constructor La Porteña, mi hipótesis es que sencillamente eran los más logrados estéticamente para la época.
En lo personal, diría que aún hoy ese frente sigue teniendo una muy fuerte personalidad. Me parece que ese impacto perceptual se debe, entre otros factores, a la suave y elegante curvatura de la parte baja del parabrisas y a la inconfundible morfología de su parrilla. No podemos negar también el porte distinguido de estas carrocerías, en función de su muy lograda altura.
Por otra parte, la armonía que se pone de manifiesto entre lo moderno y lo clásico, enriquecido por el "blend" de una fuerte carga de pregnancia que lo distingue del resto, logran un impacto que muy difícilmente otros diseños hayan producido en lo perceptual. Aquí se combinan en un exquisito equilibrio tres piezas fundamentales de toda "buena" forma: sobriedad, jerarquía y, por sobre todo, identidad de marca: no cabe ninguna duda que esa forma le pertenece a un fabricante y no a otro, siendo así su sello indeleble.
Busarg: gracias por tu respuesta. Por cierto, hay un par de fotos publicadas aquí de ese coche.
Para una excelente foto, de una excelente unidad, con una excelente librea, como le va a faltar, un excelente comentario del Sr.Tomassiello. Reciban Uds., todo mi respeto.
Podemos decir que varios elementos distintivos de Chevallier tuvieron origen estadounidense:
1) estas alas creadas por Crown;
2) el avión que se pintaba en el frente, creado/utilizado por Aerocoach;
3) el apelativo Scenicruiser, tomado de los GM PD 4501 al servicio de Greyhound;
4) las breves franjitas que salen de los faros hacia atrás por los laterales, igual origen que 2).
Diógenes: no entiendo bien tu pregunta, si te refieres a las ventanas con travesaño horizontal, ésas fueron reformas llevadas a cabo a posteriori pero en el modelo de ventanas con marco de aluminio envolvente sobre los cristales, estimo que ello sucedió a mediados de los '70 cuando se pusieron de moda las ventanas con tres paños vidriados.
En 1972, mis amigos Rauek carrozaron tres unidades C50 allí, destinadas a servicios conurbanos de su entonces línea 74, eran los internos 5, 6 y 11. Sus características formales se parecían más a colectivos porteños, en particular los productos Serra de fines de los ´60 o inicios de los ´70, con marcados bombés, que al estilo americano e inconfundible que supo impulsar el constructor mendocino en sus tiempos de gloria.
En los inicios de 1973, Rauek carrozó en La Porteña el interno 12, un flamante C60 -chasis desconocido por Mendoza todavía- que poseía reminiscencias formales muy coincidentes con las del MB O317 de la foto que ví en Colectibondi. Me refiero en particular a la culata, que sale absolutamente de lo que hasta entonces venía realizando dicho establecimiento industrial.
Más allá de lo antes expresado, no me termina de cerrar un diseño tan anticuado para 1980, tiempo en que el "camello" prácticamente había desaparecido o estaba en vías de extinción y las puertas de emergencia se resolvían mediante ventanas abisagradas rebatibles en lugar de una sola abertura en el costado izquierdo. Me deja dudas....
Por último, creo que si el MB O317 se recarrozó en 1980, fue cuando La Porteña prácticamente no fabricaba ómnibus. Al menos no recuerdo ninguno de esa época, aunque todavía el taller estaba activo con una reducida actividad, limitada fundamentalmente a la realización de vehículos especiales.