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¿Coche de transporte público o para correr el Dakar...?
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Esta perspectiva, medio "agresiva" hace aparecer a este viejo luchador de las rutas misioneras casi como un vehículo de carrera. La falta de pollera que lo hace aparecer como levantado del piso y las ruedas "barreras" traseras nos hacen acordar, por ejemplo, a los camiones que participan del famoso rally Dakar. ¿O estamos demasiado locos...?
El asunto es que este viejo Ford enfrentaba rutas que a lo mejor harían enervar a los pilotos del rally mencionado. Y sirvieron durante años.
Podemos acusarlos de "feos" (muy agraciados no eran...) pero no se puede negar que eran útiles y soportaron caminos muchas veces intransitables. Fueron verdaderos luchadores de esos caminos tan difíciles y se merecen un reconocimieno de nuestra parte.
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Los primeros 15 días me hospedé con mi esposa en un hotel de El Dorado. LLovieron esos 15 días.
El primer día de trabajo, entraba a las cuatro de la mañana. De la Ruta a la fábrica eran seis Km. de tierra, y tierra colorada.
En ese tiempo tenía un Torino 300, con unas flamantes cubiertas radiales. Entro por el camino a la fábrica y llovía bastante, me encuentro con unas huellas bastantes profunda lo que hizo que llevara el auto como podía. De entrada nomás el barro me tapó los faros por lo que aprnas se veía el camino. Al poco tiempo alcanzo a divisar un cochesito, un 350 que venía cruzado. Lo primero que se me cruzo por la cabeza fue que cuando nos encontráramos me partía en dos. Como pude salí de la huella y para mi asombro unos cuantos metros antes, el chofer hizo unos rebajes, lo enderezó y me pasó "filito". Cuando miro por el espejo seguía su camino otra vez cruzado.
A estos choferes había que sacarle el sombrero por como manejaban en el barro. En los casi tres años que estuve en Misiones nunca vi a estos cochesitos, "encajados" en el barro o accidentados.