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¿Muy pronto será historia?
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Se conoció hace unos días la intención del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires de uniformar la presentación de las líneas que le fueron traspasadas desde la Nación meses atrás. Entre otras medidas está previsto que solo conserven los colores originales en su frente (¿y culata?) y que los laterales sean uniformes, equipados con un plotteado de dudoso gusto.
La línea de la foto, la 109, utiliza los mismos colores desde su inauguración en 1944, hace ya 80 años. La historia se repite con otras de ese año como la 102 y la 110. Otras son más antiguas aún, como la 12 o la 39. Dejamos nuestra opinión en el primer comentario.
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Todo esto es ventajoso, pero cuando nos enteramos que está previsto uniformar su presentación nos sorprendimos para mal, es algo que se presenta desagradable y diremos por qué, a nuestro juicio.
Es necesario dejar de lado nuestra pasión por lo antiguo y lo tradicional, como lo son los colores de las líneas que nombramos en la descripción y algunas más. Si pensamos las cosas de manera neutral nos surge la siguiente opinión:
No se piensa para nada en la gente que reconoce a una línea por sus colores, si no lo ven de frente. Conservarían los colores en la trompa, pero... ¿Los que corran un coche desde atrás? Situémonos en un lugar como Santa Fe y Coronel Díaz: hoy, el que corre a un 12 sabe que es plateado, rojo y negro, que el 64 es mayormente azul y amarillo, que el 39 tiene dos tonos de marrón más blanco y que el 68 es blanco y negro con algo de azul. Se los diferencia con claridad y de uniformar todo la confusión sería mayúscula.
Hay gente que reconoce a los colectivos por su color de toda la vida. Una persona de 70 años que espera el 109 en Liniers lo conoce desde siempre, pero ahora lo puede confundir con un 34. Y así podemos brindar docenas de ejemplos más.
De hacerse le complicarán las cosas a la gente y sobre todo a las de mayor edad. Se puede decir, y con razón, que en muchísimas ciudades alrededor del mundo la presentación de los transportes es uniforme, pero acá la gente no está acostumbrada a ello. La policromía es una de las características del transporte porteño y es una ayuda para reconocer a las líneas, les guste o no.
Justamente no se tiene en cuenta este punto. El transporte multicolor es característico de Buenos Aires y se terminaría en parte con esa tradición.
Pero el tema que es ridículo y hasta se puede calificar como estupidez es la decoración uniforme. Se destacó el hecho de que "se reconocerá la tradición del filete porteño con su inclusión en la decoración" pero...
...por favor...
· El filete es un arte que SE PINTA, los fileteros son ARTISTAS que dejan su impronta en sus trabajos que PINTAN... ¿Y quieren incluirlo en un plotteado?
· Además, señoras y señores, en la foto de los coches nuevos con el plotter colocado se ve claramente que los filetes incluidos son... ¡De carro! ¡DE CARRO, INÚTILES! ¿Quieren homenajear al filete de colectivo con filetes de carro o camión?
El que se le ocurrió ese tipo de decoración debería limitarse a barrer colectivos, como mucho.
En fin, sería bueno que revean esta actitud y si quieren colocar alguna referencia al transporte administrado por la ciudad se limiten a un adhesivo de cierto tamaño pero no invasivo o alguna leyenda indicativa al respecto.
Pero... déjense de joder...
Lo comenté hace un tiempo atrás, y lo dejé deslizar en algunos comentarios, este es el principio, como conozco los bueyes con que aran y se adónde van… vayan pensando en el futuro un color amarillo con franjas negras. No voy a hacer ningún otro comentario sobre el tema pues no vale la pena, sinceramente… pensaban que continuarían con los colores históricos y otras yerbas, si los buses los compran las arcas gubernamentales… ¡¡¡ caballeros…!!!
Apenas ingresen a fichero el T-351 les detallo el plano.
Reciban Uds., todo mi respeto.
Ahora Jorge Macri, Pedro Bereciartúa y toda esa caterva de delirantes que pretenden refundar la identidad porteña -como si los ochenta años previos no sirvieran de nada-, ahora, digo, esos tristes funcionarios privarán a las nuevas generaciones de ese pasatiempo. Y a nosotros de compartirlo con nuestros hijos.
Todo para poner publicidad política.