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Línea 223 (54) - Recuerdo de tiempos remotos
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Esta simpática imagen nos remonta a la década de 1940, cuando la empresa General Roca, por entonces prestataria de la línea 223 únicamente, estaba llena de vehículos de este tipo, con aspecto de coche interurbano y luz insignia.
Su chasis es Ford, de 1937-38 (por favor confirmar o corregir) y su carrocería es un producto de los talleres del eximio Gerónimo Gnecco.
Eso nos indica el diseño de su franja, aunque igualmente no estábamos seguros de que sea así y por eso también pedimos una confirmación y nuestros amigos no tardaron en responder.
Este coche es realmente una belleza para admirar. ¿No?
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Ese recorrido duró hasta 1945 cuando llegó al Correo Central. Lo que me gustaría que se aclarara es si ya que la autorización era para llegar a Wilde efectivamente el recorrido completo se cubría o no en esos primeros años (1942-45).
El caso más perfecto en eso son las 61/ 62, heredadas de las líneas de tranvías eléctricos que, hace un siglo, acostumbraban a armar circuitos, no sólo en Buenos Aires sino en otras ciudades importantes.
La línea 133, por ejemplo, empezó como auto colectivo uniendo Plaza Flores con Puente Saavedra. Luego alargó a Vicente López por un lado, el 13 de julio de 1956 se autorizó la primera extensión, desde Plaza Flores hasta el cruce de Hortiguera con la avenida Cobo; el 3 de septiembre de 1961 llegó al Hospital Penna y el 27 de febrero de 1963 a Rondeau y Gral. Urquiza.
Después abandonó Vicente López, llegó a Constitución, a Villa Martelli... Hoy día la vuelta parece muy rebuscada, pero si analizamos los alargues veremos que no lo es tanto. Se buscan pasajeros de sube y baja y no que calienten los asientos durante una hora.