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Jugando con la ciudad (XXIII)
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Esta imagen, tomada en 1907, nos muestra un lugar de la ciudad que hoy sería irreconocible. Nada tiene que ver la actualidad de esta esquina con lo que la foto nos muestra.
Los edificios que se ven son parte de una estación tranviaria, a la cual invitamos a identificar, junto con el cruce de calles. ¿Quién se anima, amigos?
Pese a que pedimos que los que más saben, los "profesionales" del tema, dejen jugar a los amigos que no la tienen muy clara al respecto, la resolución saltó enseguida: es la esquina de Corrientes y Medrano mirando al oeste, en donde estaba una de las estaciones de la Compañía de Tramways Lacroze, junto a su administración.
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Curiosamente, aunque los postes de telégrafo que mencionaba Luis no tienen nada que ver con el F.C.O., por Corrientes sí hubo una vía de ese ferrocarril. Fue en 1871, cuando ante la gravedad de la epidemia de fiebre amarilla y la saturación del Cementerio del Sur se dispuso facilitar el acceso al Cementerio del Oeste, que entonces estaba donde después fue la Plaza Rancagua, hoy Parque Los Andes.
Una idea de la urgencia con que se encaró el asunto es que la orden del gobierno provincial se dictó el 12 de marzo, y el 14 de abril se inauguraron los servicios, que salían de Recoleta y seguían por una vía única que se separaba en los Talleres Centroamérica (Corrientes, Pueyrredón, Tucumán y Paso), parando en el nuevo depósito de cadáveres de Corrientes y Bermejo (Jean Jaurès), y de allí derecho por Corrientes y Triunvirato. Le asignaron los tres coches motor (a vapor) que acababan de entrar en servicio en el troncal Parque - Floresta. Funcionó hasta enero de 1888, cuando el F.C.O. ya había sido estatizado y era el F.C.P.B.A.
Detalle raro: conocí el galpón que daba a Acuña de Figueroa cuando estaban los floristas y parte del envigado estaba hecho con los antiguos rieles de los tranvías a caballo. No sé si ahora han retirado la estructura original o si la mantienen.
Y no es que quedó de pie, exactamente. Aunque lo reformaron agrandando las luces de las ventanas, esa es la pared original del gran tinglado de la nueva estación de Tranvías La Capital, parte de cuya estructura metálica también se conservó en forma decorativa. El proyecto original de la plaza Mariano Boedo no contemplaba nada de esto, pero fuimos varios los que insistimos (y al final nos escucharon) en una conservación razonable y útil, adaptada al nuevo uso del solar. De esta manera no solo se preservaron parcialmente estos elementos históricos, sino que se valorizó la plaza con una considerable protección contra el viento y el sol; de no existir ese muro, y con sendas torres de casi 20 pisos cruzando la calle creando importantes turbulencias y corrientes ascendentes, la plaza sería bastante inhóspita.