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Día temático 120 - Modelos inconfundibles (V)
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Otro modelo llamativo de los '70 y parte de los '80 fue el "camello" que Carrocerías Bi-met fabricó a partir de fines de 1978 o inicios de 1979. Ese desnivel entre la primera y la segunda ventanilla fue el detalle distintivo que lo acercó a este grupo de diseños inolvidables.
Lo interesante del caso es que aparentemente se fabricó así a pedido, porque a la vez se fabricaba una versión "normal", con techo liso y las ventanillas a la misma altura.
Se vio más en el interior que en el Area Metropolitana, tanto para servicios urbanos como interurbanos o media distancia. Este coche lleva los colores de la línea 10 de la ciudad de Santa Fe.
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Incorporar nuevos códigos respetando la identidad formal propia, fue una decisión de los referidos constructores que me parece acertada. Las carrocerías porteñas y bonaerenses siempre se destacaron por su profusa ornamentación que contrastaba con los recursos más bien ascéticos de los productos menducos.
Diría que en un momento histórico los productos porteños y bonaerenses, empezaron a mendocinarse a nivel estilístico, ya que fue La Porteña y Colonnese S.A.I.C.A. tal vez los primeros en el país que marcaron esta tendencia. A la par, los establecimientos menducos también se retrolimentaron de los porteños y bonaerenses a fines de los 70 e inicios de los 80, incorporando, por ejemplo, algunos rasgos típicos de las carrocerías A.L.A. de "Un mundo de 20 asientos" o de los elaborados por Alcorta hacia 1976.
En relación con la presencia de elevación de techo en productos urbanos, recuerdo que en Mendoza se aplicaba a inicios de los 70 pero en carrozados para conurbano y de media distancia. En urbanos, me parece que fue recién hacia 1976-1977. De igual modo, más tímidamente se vio en algunos establecimientos porteños y bonaerenses desde mediados de los 70.
A partir de la segunda mitad de los 60, La Porteña aplicó en sus carrocerías urbanas la característica luneta superpanorámica de tres paños, que la utilizó en sus productos para larga distancia más o menos desde 1963. Asimismo, incorporó las ventanas de gran superficie provistas de marco envolvente sobre los cristales laminados y tonalizados. Esto fue acercando el lenguaje formal de los urbanos a las tipologías propias de aquellos para larga distancia. Con ello, los urbanos adquirieron un simbolismo particular, elevando su nivel connotativo respecto de la oferta de la competencia.