LA ULTIMA PARADA

Buena parte de los vehículos retirados de servicio terminan su vida convertidos en chatarra. Ya viejos y obsoletos, nadie los quiere y marchan obedientes hacia su última parada: el desarmadero.
Durante años peregrinamos por las diferentes chatarreras y registramos en fotografías a cientos de pobres vehículos en diferentes estados de conservación.
Resulta casi mágico recorrerlos y encontrar esos testimonios del transporte del ayer, que languidecen resignados a su suerte y esperan el soplete que los reducirá a un montaña informe de hierro viejo.

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Visite Monte Chingolo.

En Monte Chingolo se encontraba una de las mayores concentraciones de desarmaderos del Gran Buenos Aires. Sobre el Camino General Belgrano, a la altura del antiguo arsenal Domingo Viejobueno, del Ejército Argentino, los depósitos de chatarra se alineaban uno tras otro durante varias cuadras.
Solíamos visitarlos periódicamente y vuelta a vuelta nos encontrábamos con alguna sorpresa. Casi siempre algún vehículo recién llegado nos llamaba la atención y justificaba nuestra visita.
Hoy, la mayoría de los desarmaderos han desaparecido. De la interminable sucesión de yacimientos de historia casi nada quedó en pie. Pero subsisten los recuerdos y nuestras fotografías, que queremos compartir con ustedes.

(Foto: Alejandro Scartaccini).

Chasis: Dodge.
Carrocería: El Detalle.
Modelo: 1962/63
Último servicio que prestó: Transporte escolar (provincia de Buenos Aires).

Cuando lo descubrimos estaba recién llegado y su estado era óptimo. Su interior estaba intacto, con todos sus asientos, ventanillas y accesorios en su lugar. Aún podía leerse en su bandera luminosa de destino la línea en la que había circulado: la 46 de Buenos Aires.
No obstante, este colectivo no debe haber durado demasiado en servicio. Aún ostentaba el antiguo número de la línea, el 246, sustituido en enero de 1969.
A los pocos meses, lo único que quedaba de él era su chasis.

(Foto: Carlos Bitti).

Chasis: Decaroli Cantábrica (DECA) / Deutz
Carrocería: Decaroli Hnos.
Modelo: 1962/63.
Último servicio que prestó: Transporte escolar (provincia de Buenos Aires).

Verlo ahí parado, mirando hacia el Camino General Belgrano, daba gusto y pena a la vez.
Daba gusto apreciar la gracia de su styling, que pese a su ruinoso estado no había perdido.
Daba pena ver a este hermoso exponente de la industria carrocera argentina, otrora imponente y elegante, en tan lamentables condiciones.
Ya no tenía su mecánica. Sólo se conservaba la cáscara de su carrocería, que sobrevivió durante muchos años debido a que era utilizado como depósito de repuestos.
No conocemos su posterior destino, si es que lo tuvo, tras el cierre del desarmadero.

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Una buena parte de los vehículos de la empresa estatal de transportes porteña terminó así, tristemente desguazada en diferentes desarmaderos.
Este pobre trole fue sorprendentemente longevo. Durante muchísimos años su carrocería fue utilizada como pared en un depósito de chatarra de Monte Chingolo. Con los vanos de sus ventanillas cubiertos por chapas, impedía las incursiones de vándalos y rateros.
Pese a su incalificable estado general, sorprendía la conservación de su pintura. El característico gris plateado de T.B.A. subsistía en gran parte de sus laterales y en menor proporción en el techo. Aún se podían apreciar restos de su franja celeste, sobre todo en la puerta del conductor.
Lo más llamativo era la subsistencia de la insignia de la empresa, que aún alcanzaba a vislumbrarse parcialmente bajo la tercera ventanilla.

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Chasis: Mercedes Benz LO-1114/48
Carrocería: San Antonio
Modelo: 1972 / 73.
Última empresa propietaria: San Vicente S.A. de T. (Línea 341 – Hoy 177 – Buenos Aires).

Los vehículos más atractivos de encontrar son, sin dudas, aquellos que aún conservan los colores de su línea de origen. Y más aún cuando se trata de líneas de las que no se han podido conseguir demasiados testimonios gráficos.
La línea provincial 341 es una de ellas. Si bien existen numerosas fotografías de la época en que era explotada por la empresa Lomas de Burzaco, sólo se conocen un par de aquellos tiempos en los que la San Vicente la mantuvo con ese número, antes de que la línea pasase a la jurisdicción nacional y se la renumerara 177, en 1984.
Si bien ésta no es la foto óptima que quisiéramos conseguir de la 341 sanvicentiana, nos causó mucha alegría encontrar a este pobre coche, utilizado como depósito de repuestos, con el número 341 aún legible en el margen izquierdo de su letrero luminoso.

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CHATARRA TOUR

Muchas veces, durante nuestros paseos fotográficos, acertamos pasar por algún desarmadero que nos despierta el bichito de la curiosidad.
No siempre encontramos algo que nos llame poderosamente la atención. Pero, en algunas oportunidades, la historia nos espera agazapada detrás de un montículo de hierro viejo.

(Foto: Aníbal Trasmonte).

Chasis: Leyland Royal Tiger LERT 3
Carrocería: Metropolitan Cammell Weymann
Modelo: 1962
Última empresa propietaria: Ttes. Centenera S.A.I.C.I. y F. (Líneas 26, 82 y 83 – Buenos Aires).

Sobre la avenida Hipólito Yrigoyen, cerca de la estación Remedios de Escalada, conocimos un verdadero yacimiento de ómnibus Leyland que esperaban el soplete dentro de un gigantesco desarmadero en el que se podían encontrar desde barcos hasta locomotoras diesel.
Tras la desaparición de Transportes Centenera la mayoría de sus ómnibus no volvieron a prestar servicios en ninguna otra empresa. Sólo se salvaron algunos que fueron tomados por la nueva empresa propietaria de la línea 26, llamada 17 de Agosto S.A., que junto a un puñado de colectivos ayudaron a reflotar la línea.
El resto, tras su remate, fue destinado al desguace para la obtención de repuestos. A una buena parte de ellos los encontramos en este desarmadero.
Elegimos como muestra al más extraño de todos. Este coche, originalmente equipado con ventanillas de subir y bajar, sufrió una reforma poco corriente que transformó sus ventanillas en corredizas.

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Décadas atrás era corriente ver a estos ómnibus, pertenecientes a diferentes organismos oficiales, dando vueltas por ahí.
Conocemos una sola oportunidad en la que estos coches circularon en servicio regular. Reforzaron el claudicante servicio de trolebuses que prestaba la empresa Transportes Lanús, adjudicataria de la estación del mismo nombre y sus líneas 305 y 307.
Pero la mayor parte de su vida útil la desarrollaron en dependencias estatales, tanto nacionales como provinciales. Los últimos sobrevivientes conocidos pertenecieron a la Secretaría de Transportes y Obras Públicas. Algunos lucían su sigla, S.E.T.O.P., en los laterales de su carrocería.
Hacia 1990 aún quedaba una unidad en circulación, pero al poco tiempo desapareció y nunca más se supo de su posterior destino.
Los restos de este coche fueron fotografiados en 1993, en la provincia de Mendoza. Aún conserva parte de su decoración original, el omnipresente plateado con franja azul, y al parecer era utilizado como casilla.
Podemos considerar a esta foto como uno de los últimos registros de un O-317 en pie.

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Chasis: Mercedes Benz LO-1114/48.
Carrocería: Ala.
Modelo: 1978.
Última empresa propietaria: Bernardino Rivadavia S.A.T.A. (Línea 63 – Buenos Aires).

No siempre encontramos vehículos tan antiguos esperando su desguace final. Últimamente, gran cantidad de coches de modelos medianamente recientes ha caído en desgracia y terminado sus días en diversos depósitos de chatarra debido a un nuevo fenómeno iniciado años atrás.
Reciclar los chasis de los viejos colectivos está de moda. Se acostumbra desmontar su carrocería y adosarle al chasis pelado una cabina de camión y una caja de acuerdo al nuevo destino del vehículo.
Si bien no es el caso del coche de la foto, que conserva su bastidor, docenas de carrocerías con relativamente pocos años de uso como ésta fueron desmontadas y desguazadas para aprovechar sus chasis, que aún devoran kilómetros convertidos en flamantes camiones.

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Chasis: Berliet.
Carrocería: Modelo "Bus".
Modelo: 1951.
Última empresa propietaria: No determinada.

Hay muchos modelos clásicos de Buenos Aires que hubieran merecido un homenaje póstumo tras el cese de sus servicios. Hubiera sido ideal conservar un ejemplar para eventualmente exponerlo en un museo temático y mantener vivo y tangible el recuerdo de los transportes del ayer.
Pero tanto la apertura de un museo dedicado a los transportes como la preservación de elementos o vehículos para exposición en esta Argentina desdeñosa de su pasado, parece ser un objetivo con ribetes de utopía.
Da lástima encontrar a vehículos como éste, merecedor de un lugar en una hipotética exposición, en un estado tan lamentable.
Lo encontramos y fotografiamos en 1992, en un terreno baldío de la ciudad de Avellaneda, junto a un gemelo en tan mal estado como éste y a otro de la misma marca pero del modelo Car (ómnibus concebido para viajes interurbanos o de turismo pero que aquí se utilizó en servicios urbanos) que aparece en la foto semioculto por un talud de tierra.
No sabemos desde cuando están allí. Tiempo atrás visitamos la zona y aún permanecían en el lugar, en mucho peor estado de lo que se ve en la fotografía.

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(Foto: Carlos Achával).

Chasis: Fargo.
Carrocería: Agosti.
Modelo: 1957.
Último servicio que prestó: Transporte escolar.

La lógica indica que los vehículos entran al desarmadero para, tarde o temprano, ser desguazados.
Pero, felizmente, a veces ha ocurrido lo contrario: algunos colectivos salieron del desarmadero con el objetivo de ser restaurados y preservados.
Este viejo Fargo que originalmente perteneció al Expreso Lomas, concesionaria de dos líneas urbanas en la ciudad de Buenos Aires, fue rescatado por el Sr. Carlos Achával de un depósito de la zona sur del Gran Buenos Aires, donde se lo utilizaba como depósito de materiales.
Es su objetivo, algún día y situación económica mediante, devolverle su antiguo esplendor para exponerlo en un futuro Museo del Colectivo, que él mismo proyecta e impulsa.

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(Foto: Alejandro Scartaccini).

Modelo: Tranvía Inducar / C.A.T.I.T.A. mod. "Tassara" segunda serie.
Año de construcción: 1951 / 1954.
Última empresa propietaria: Administración General de Transportes de Buenos Aires.

En tantos años de viajes y búsqueda, son innumerables la cantidad de vehículos que localizamos y fotografiamos. Pero... ¡¿Tranvías?!.
Durante una de nuestras giras, en la ciudad de San Carlos de Bolívar, acertamos pasar por un desarmadero, ubicado en un suburbio de esa población, donde descansaban los restos de dos carrocerías Tassara en estado realmente calamitoso.
Este era uno de ellos, o más bien los despojos de uno de ellos.
En este país, donde todo lo viejo se ha destruido sin miramientos, encontrar algo así se nos presenta como un triunfo. Esta vieja carrocería pese a su lastimoso estado actual, aún existe y ha escapado a la implícita regla general tan argentina de que todo lo antiguo, ya inútil, debe ser borrado de la faz de la tierra.
Tal vez haya muchos testimonios del pasado del transporte que, en algún rincón olvidado del país, esperan a ser descubiertos. Quizás, algún día, los encontraremos y podremos agregar otra pequeña porción de historia en nuestro acervo resistente al olvido.