LINEA 133

(Actualmente operada por Transportes Automotores Plaza S.A.).

(Hacemos público nuestro agradecimiento a los Sres. Ricardo Ferretti y Sergio Hernández, que desinteresadamente aportaron los datos que permitieron corregir y aumentar esta historia).


La 133 fue una de las primeras líneas en contar con unidades carrozadas sobre el revolucionario chasis Mercedes Benz LO-1112. El primero en llegar fue éste, interno 50, carrozado por La Favorita en 1965.
(Foto: Revista Industria Carrocera Argentina).

Su historia comenzó en abril de 1932, bajo la modalidad de taxi o auto colectivo, con un recorrido entre Plaza Flores y Puente Saavedra aunque al poco tiempo (al menos en julio de 1934) su cabecera norte se trasladó a la estación Vicente López del Ferrocarril Central Argentino.

Su primer y efímero número fue el 50, trocado por el 34 tras ser habilitada oficialmente por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires el 21 de noviembre de 1934.

Hacia fines de 1936 la línea contaba con 34 colectivos, con una atractiva librea en la que predominaba el color verde, con franja y recortes en color blanco, que mantuvo hasta su absorción por la Corporación de Transportes de la ciudad de Buenos Aires.

Pese a los desesperados intentos de los colectiveros por evitar la expropiación de las líneas y sus vehículos la Corporación triunfó. Tras obtener la tenencia legal de la línea la rehabilitó el 12 de diciembre de 1942. Es necesario recordar que todas las líneas de colectivos porteñas, con excepción de la línea 60, habían iniciado una huelga el 4 de septiembre de 1942.

Incluida dentro del plan de lucha contra la Corporación, se interrumpió el 15 del mismo mes, al iniciarse negociaciones. Al no llegar a un acuerdo favorable, los colectiveros la retomaron el 16 de octubre, esta vez por casi cuatro meses.

Mientras tanto, la 34 ya giraba bajo la tutela de la controvertida C.T.C.B.A.. Ésta le traspasó su propio esquema de colores (laterales en bordó y techo crema) y estableció su domicilio en la playa Cabildo, situada en Avenida San Isidro 4812, el mismo lugar donde hoy tiene establecida su administración y cocheras la línea 151.

Tras la lamentable gestión de la Corporación el estado se hizo cargo de todos sus servicios, línea 34 incluida, por supuesto.

Para este fin se creó la Administración General de Transportes de Buenos Aires, que inició sus operaciones el 1° de abril de 1952.


Facsímil del itinerario del recorrido de la línea 223, entregado a las autoridades al menos el 23 de mayo de 1957, de acuerdo a la fecha manuscrita que aparece a la derecha. Claramente la línea es identificada como Mariano Moreno en el encabezado y en el sello, donde alcanza a leerse "LÍNEA DE COLECTIVOS DE LA CAPITAL FEDERAL – 223 – MARIANO MORENO".
(Original: Biblioteca Federico Lacroze de la Asociación Amigos del Tranvía – Archivo Frías. Cedido gentilmente por el Sr. Ricardo Ferretti).

Pocos meses después, el 11 de mayo, TBA renovó íntegramente la flota de la 34. Se retiraron de circulación los viejos colectivos alargados y fueron sustituidos por una serie de microómnibus Chevrolet de 1946 carrozados en los talleres Costa Rica de la C.T.C.B.A.. Junto a las nuevas unidades se adoptó un nuevo número, de la centena del 200 establecida por T.B.A. para numerar sus líneas de colectivos, con el objeto de resaltar la modernización del parque móvil. El número elegido fue el 223.

Se conocen tres anécdotas de ribetes artísticos ocurridas durante la administración estatal de la línea. En Radio del Pueblo se difundió un radioteatro titulado El Colectivero de la 223, aunque no podemos especificar cual de las 223 existentes fue la musa inspiradora de su título (no hay que olvidar que la línea propiedad de la empresa General Roca por aquellos años también se numeraba 223).

También la línea tuvo entre su plantel de choferes al Polaco Roberto Goyeneche, que tuvo un breve paso por el gremio pese a que ya era un cantante de tangos de cierto renombre.

Muchos años después el popular periodista Pichuqui Mendizábal tuvo intereses en esta línea, debido a que fue el propietario de algunas de sus unidades. No nos ha llegado el dato exacto de su cantidad.

El 8 de julio de 1955 se privatizaron los servicios de microómnibus estatales. La resolución 240/55 estableció el traspaso de las líneas a sus trabajadores, a razón de un vehículo cada dos choferes. Un día después comenzó la operación de la 223 en manos privadas. La nueva prestataria recibió 40 colectivos Chevrolet Costa Rica de 1946. Los nuevos colores elegidos para sustituir al estatal plateado con franja azul fueron poco corrientes: el marrón oscuro tiñó sus laterales y el techo pasó a ser negro. El contraste lo aportaban la franja y recortes, pintados en brillante color marfil.

El tema del orden de las sucesivas razones sociales que tuvo la empresa formada por los antiguos empleados de Transportes de Buenos Aires, que se hizo cargo de los servicios tras la privatización, siempre presentó incógnitas hasta ahora no aclaradas.

Se tenía por seguro que Transportes Automotores San José de Flores había sido el nombre elegido por los fundadores y que se había mantenido al menos hasta comienzos de la década de 1970, momento en el que aparecía la documentación más antigua que hacía referencia a Transportes 8 de Julio S.A.

Pero también se conocía una vaga referencia a una tercera razón social que se pensaba efímera y temporalmente intercalada entre las dos anteriores, denominada Mariano Moreno, de la que nunca se había obtenido información veraz y respaldada con documentación.

Hasta ahora.

Los documentos en nuestro poder nos permiten reconstruir toda la historia de manera incuestionable, aunque aún subsisten algunos puntos oscuros, relacionados con las fechas de transferencia de la línea entre las razones sociales.

Según lo demuestra el documento aquí reproducido, entregado a las autoridades el 23 de mayo de 1957, menos de dos años después de la privatización de la línea, Mariano Moreno fue el primer nombre de la línea privatizada. El mismo nombre se repite en un documento con fecha 12 de julio de 1961, perteneciente al expediente de la Secretaría de Transportes N° 11.710/60 que está relacionado con la resolución S.T. 410/61 que autorizó el alargue de la línea al Hospital Penna; asimismo se repite en otro fechado el 8 de enero de 1962, en el cual se expide la resolución S.T. N° 26/62 que no autorizó un alargue de recorrido hacia Plaza Constitución.

Éste es el documento conocido más reciente en el que se hace referencia a la razón social Mariano Moreno y el primero en el que se menciona a San José de Flores data del 29 de diciembre de 1966. Ergo: el primer cambio de razón social ocurrió entre enero de 1962 y diciembre de 1966.

Tal vez en alguna oportunidad podamos establecer la fecha con más exactitud.

Es probable que una de las razones de cambio de nombre radicara en que la línea 236, descendiente de un colectivo estatal al igual que la 223, también se llamaba Mariano Moreno. Se puede conjeturar que haya existido algún litigio por el uso del nombre, resuelto finalmente a favor de la 236, pero hasta ahora no se ha logrado ninguna precisión al respecto.

En el cambio de San José de Flores a Transportes 8 de Julio S.A nace otro enigma, debido a que los documentos en nuestro poder alimentan contradicciones: el 28 de junio de 1967 se conoce la resolución S.T. 488/67, donde Transportes 8 de Julio S.A. designa representante legal. Pero, en la resolución S.T. 750/68, que reglamentó el cambio de numeración de las líneas y el establecimiento de diferentes concesiones de acuerdo al servicio (nacional, provincial o comunal) que la línea prestara, aún se la menciona como San José de Flores.

Aquí hay una evidente contradicción, que esperamos poder aclarar algún día.

Entretanto, su recorrido se había extendido gradualmente por su extremo sudoeste. El 13 de julio de 1956 se autorizó la primera extensión, desde Plaza Flores hasta el cruce de Hortiguera con la avenida Cobo; el 3 de septiembre de 1961 llegó al Hospital Penna y el 27 de febrero de 1963 alcanzó la intersección de Rondeau y Gral. Urquiza, en el barrio de Parque de los Patricios.

El 2 de enero de 1969, al entrar en vigencia la resolución 750/68 de la Secretaría de Transportes, mencionada más arriba, la 223 debió cambiar forzosamente su número. De acuerdo a la nuevas normas la centena del 200 se destinó a identificar líneas de concesión provincial, sin entrada a la Capital. Le fue asignado el número 133.

Hacia comienzos de la década de 1970 la línea supo ganarse un apodo: La Ambulancia. Por aquellos años estaba en plena vigencia la costumbre de pintar en el techo, sobre las ventanillas, los principales puntos que cada línea tocaba a lo largo de su recorrido. A medida que las ventanillas aumentaron su tamaño esta modalidad fue dejada de lado y hoy es prácticamente un recuerdo.

La 133 tuvo una característica inusual: únicamente se consignaban los nombres de los hospitales por los que pasaba: Pirovano, Tornú, Alvear, Israelita, Álvarez, Penna y Churruca, a los que más tarde se agregó el Muñiz.

Otra costumbre hoy abandonada fue la de pintar el número de línea en la culata, bien visible sobre la luneta trasera, por entonces de pequeñas dimensiones. En uno de los coches de la línea, un Mercedes Benz LO-1114/48 carrozado por C.E.A.P. entre 1972 y 1973, estaba, pero en números romanos...

Más que curioso resultaba verlo pasar y leer CXXXIII sobre su luneta. Lamentablemente no existen testimonios gráficos de esta singular rareza.

El estado de su flota generalmente fue bueno y de modelos recientes. Alcanzó su pico entre 1978 y 1979, cuando incorporó una gran cantidad de colectivos Mercedes Benz LO – 1114/48 en su mayoría carrozados por El Detalle, que se mantuvieron en servicio durante muchos años. De allí en adelante, muy lentamente, el estado y antigüedad de su flota comenzaría a decaer.

A mediados de la década de 1980 cortó su recorrido en la estación Aristóbulo del Valle del F.C. Gral. Belgrano, apenas traspuestos los límites de la Capital y abandonó casi la totalidad de su recorrido provincial.

Comenzaba la década de 1990 y la mayoría de sus unidades ya eran vetustas, aunque en 1992 insinuó una recuperación mediante la adquisición de un lote de ómnibus El Detalle – Deutz OA 101 segunda versión que rejuvenecieron el aspecto de su alicaída flota.

Por aquellos años se rumoreó de la adquisición de parte de su paquete accionario por la empresa General Pueyrredón, prestataria de la línea 110 de Buenos Aires. Se indicaba que las nuevas unidades habían sido aportadas por esta empresa, dato que podemos dar por cierto: luego de la caducidad de Transportes 8 de Julio todas las unidades construidas por El Detalle, junto a unos pocos ómnibus Mercedes Benz OF 1214, continuaron su vida útil en la línea 110, donde la mayoría aún circula.

Pese a la incorporación de unidades nuevas el grueso de la flota contaba con muchos años de trajín. Aún circulaban algunos de los cero kilómetro incorporados en 1979, algunos en muy mal estado.

Para acentuar el precario aspecto de los servicios brindados, entre los vehículos con el color tradicional se entremezclaban algunos con sólo el frente pintado con la librea de la empresa; el resto de la carrocería aún lucía el esquema de su línea de origen. Circularon coches con los colores de las líneas 29 (que es el que ilustra esta reseña) y 152 de Buenos Aires, junto a otro de la línea 1 de la ciudad de Resistencia, capital de la provincia del Chaco, que contaba con una librea similar a la de la línea 12 porteña.

Por aquellos años las autoridades del sector comenzaron a endurecerse y reglamentar exigencias inéditas hasta el momento. Una de ellas fue la sustitución de las viejas boleteras de rollo por las máquinas expendedoras automáticas de boletos, con el argumento de que éstas impedirían los frecuentes asaltos que los colectiveros sufrían al manejar dinero.

La mayoría de las empresas acató esta imposición. Pero la 133, junto a las líneas 25 y 108, a la llegada de la fecha límite solo tenían colocadas unas pocas. Para cumplir con esta reglamentación, las tres líneas colocaron guardas, que tuvieron un efímero retorno a las calles porteñas.

Con una inusual intransigencia de parte de las autoridades, las tres líneas sufrieron la caducidad de su concesión. El 15 de septiembre de 1994 se anunció que dos días después dejarían de circular.

La resolución ST 347 del 19 de septiembre dispuso la paralización de los servicios de Transportes 8 de Julio y la 349 estableció que Transportes Automotores Plaza S.A. se haría cargo de la línea de manera provisoria.

Apurada por normalizar las prestaciones, Plaza destinó a la 133 un grupo de OA 101 El Detalle – Deutz segunda versión originalmente adquiridos para las líneas 140 y 142 y un lote de ómnibus Mercedes Benz OHL 1316 carrozados por Bus, Supercar y Corwin completamente pintados de blanco y numerados del 601 en adelante.

A estos coches se sumaron otros dos Mercedes Benz vestidos por San Miguel, que comenzaron a circular con los colores de la línea 643 comunal de Morón (laterales celeste, techo blanco, franja negra y recortes en celeste), que al poco tiempo fueron repintados de blanco.

Durante varios meses se conservó este color, pero a mediados de 1995 comenzaron a ser repintados con la librea monocromática roja del Grupo Plaza.


Hacia 1992 Transportes 8 de Julio recurrió a soluciones poco elegantes para aumentar rápidamente la cantidad de coches en circulación. Se pusieron en servicio algunos colectivos usados con sólo su frente pintado con la librea de la empresa, mientras en el resto de la carrocería se conservaban los correspondientes a su línea de origen. Este Mercedes Benz LO-1114/51 El Indio de 1983 fue uno de ellos: en sus laterales se reconocen los colores de la línea 29.
(Foto: Guillermo Musso).

El 4 de diciembre de ese año la línea alcanzó Plaza Constitución y poco después su otra cabecera se adentró en el Gran Buenos Aires, rumbo a la Maternidad Santa Rosa, en Villa Martelli.

La última novedad que registramos fue transitoria y se registró a fines de 2002, cuando operaron, a modo de prueba, los pequeños minibuses diferenciales Toyota Coaster.

Solo circularon dos o tres fines de semana, para no mantener ociosas a las unidades de la línea 140 que eran utilizadas sólo de lunes a viernes.

Tras la caída de Transportes 8 de Julio, una buena parte de sus viejos colectivos continuó en servicio activo luego de la desaparición de la línea.

A fines de 1994 se inauguró una nueva línea comunal en el partido de La Matanza, numerada 627.

Algo más de una docena de coches de la vieja Transportes 8 de Julio, junto a un puñado de coches de la también caducada línea 108 comenzaron las prestaciones, aunque a los pocos meses algunos languidecían desvencijados por la falta de mantenimiento y otros yacían secuestrados en un depósito municipal en adyacencias de Puente de La Noria.

Aún sobreviven un par de exponentes de la vieja flota de la 133, que son utilizados en servicios de transporte de personal o escolar en el Gran Buenos Aires.

A veces aparecen, rebosantes de nostalgia, para recordarnos algo de ese viejo transporte porteño que ya ha partido hacia el recuerdo.

Fuentes consultadas:

Ord. HCD 4478/32. Régimen definitivo de circulación de autos colectivos. Sancionada el 26/12/1932 y promulgada el 30/12.
Revista Corporación N° 44, enero de 1943.
Guías Peuser, Lino y Trío, números y años varios.
Agradecemos a los Sres. Aníbal Trasmonte, Ricardo Ferretti, Eduardo Maciel y Sergio Ruiz Díaz la cesión de los datos que hicieron posible la confección de este informe.
Datos adicionales obtenidos mediante investigaciones propias.

BusARG.com.ar - Primer Museo Virtual del Transporte Argentino ] Buenos Aires, Argentina
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