Apostillas de la Llegada de los Primeros Colectivos a Catamarca.

Con el arribo de los nuevos vehículos de posguerra, la Corporación de Transportes de la Ciudad de Buenos Aires (CTCBA) radió progresivamente del servicio activo los colectivos de 11 asientos, que habían operado para esta megaempresa desde 1942, cuando la expropiación.

Ese parque móvil, ahora ocioso pero en muy mal estado, tuvo diversos destinos, sobre todo en ciudades del interior del país.

En 1949 el gobierno de Catamarca adquirió 30 de estos colectivos, que salieron desde Buenos Aires a mitad de año rumbo a la provincia norteña, por carretera. La comitiva que viajó en estos vehículos estaba formada por funcionarios del gobierno y de la Corporación, aparte de choferes y mecánicos. Se mandó un auxilio y también viajó un auto de carrera (?).

Dos coches volcaron recién iniciado el viaje, cerca de la cancha de River. En la primera foto se ve la llegada de los 28 restantes a Catamarca de noche, con los choferes posando delante. Iban pintados aparentemente con los colores de la Corporación (lacre en su sección inferior, techo crema y franja roja), llevaban la leyenda "Municipalidad de Catamarca" en los costados y abundante propaganda política oficial.

La segunda foto muestra parte de la flota con funcionarios y personal. Los colectivos ya tienen el letrero de la línea 1 (primera de la ciudad)* que circularía entre el Cementerio y Tres Puentes, Valle Viejo, paraje situado a 20 km de la capital.

Las siguientes dos imágenes muestran aspectos de la inauguración y los actos oficiales.

El contador José Carlos Leiras, a la sazón funcionario del Congreso, fue parte de la comitiva (foto 4, tercero desde la derecha). El mismo donó estas fotos, y contó que para evitar el robo de combustible que los choferes perpetraban de noche, los propios funcionarios debían hacerse cargo del manejo de las unidades en horario nocturno.

* Si bien Catamarca registraba la presencia de ómnibus por lo menos desde junio de 1923 (Caras y Caretas) según el Dr. Leiras no había colectivos urbanos.

ANIBAL F. TRASMONTE
Noviembre de 2005