Una Visita a Continental-Auto.

En España varias empresas de autobuses tienen superlativa importancia, no sólo por los puntos que unen sus recorridos, sino también por su prosapia y posición en el mercado. Por residir en Madrid, podremos visitar los depósitos de algunas de las más importantes, como lo es Continental-Auto.

Posee su cabecera en Torrejón de Ardoz, adonde se llega por la carretera de Barcelona y desde la misma podremos divisar, si miramos a la derecha, sus instalaciones.

Para llegar nos dirigimos hasta el intercambiador Avenida de América, con el fin de abordar una unidad de esta empresa. Nos tocó en suerte la línea 224, una de las tantas de su propiedad.; El coche, no podría ser de otra manera, es un Setra 319UL pintado de color verde, pues es una de las líneas interurbanas madrileñas. Los afectados a servicios de media y larga distancia poseen un atractivo color marfil, combinado con amarillo y gris plata.

Uno de los ómnibus que habitualmente prestan servicio en la línea 224: un vistoso Setra 319 UL, moneda corriente en este recorrido. Extrañamente, conserva la matrícula de su país de origen: Alemania (Foto: Carlos A. Sisto).

En aproximadamente 20 minutos llegamos a destino y luego de caminar unas cuadras llegamos a su base. Previa presentación, nos recibió el jefe de flota y taller en su despacho y entablamos una muy amable conversación. Nos sentimos casi como en casa, pues su padre nació en nuestra bonaerense ciudad de Balcarce. Nos ofrece algunos folletos de Setra y observamos la atractiva y simpática colección de autobuses en miniatura que posee en una vitrina muy cuidada.

Dentro del taller pudimos observar numerosas unidades en mantenimiento y reparación y su pañol de repuestos, todos originales Setra/Evo Bus. Luego accedimos a un lugar, dentro de la misma nave, que es desconocido para muchos: su pequeño museo. Es destacable y digno de elogio que una empresa se preocupe por conservar testimonios vivos de su pasado, muy bien restaurados y en perfecto en estado de funcionamiento.

El hecho más sorprendente es que, a diferencia de muchas empresas, no han guardado un coche que les sirve de mascota: ¡Prácticamente han conservado uno por década!

El coche decano es un Ford "T" de 1914. Le sigue un venerable Hispano Suiza de 1922 y, dentro de la misma década, un Rolls Royce de 1928. Pasamos a la década de 1930 con un Bussing-N.A.G. de 1935, continuamos con un M.A.N. de 1941 (importado -cosa rara- durante la Segunda Guerra Mundial), un españolísimo Pegaso de 1959, un Setra Seida de 1968, un Setra (esta vez a secas) 215 H de 1978 y finalizamos con un Setra 215 HD de 1986. Es sinceramente encomiable la labor de restauración efectuada en todas las unidades, que son realmente dignas de ser visitadas y admiradas.

La unidad más longeva del museo es este Ford T de 1914, conservado en impecable estado. (Foto: Carlos A. Sisto).


Este Setra 215 H fue el improvisado papamóvil que transportó a Juan Pablo II en su visita de noviembre de 1982. Conservado en excelentes condiciones, su belleza se ve realzada por la librea de la empresa Alsina Graells, subsidiaria de Continental-Auto. (Foto: Carlos A. Sisto).


No parece una unidad de museo, pero sin embargo lo es: este Setra 215 HD de 1986 es el coche más joven del museo de esta empresa. (Foto: Carlos A. Sisto).

Continuamos nuestra recorrida y observamos los modernos talleres, que cuentan con cabina para pintado y gatos elevadores. Frente a esta nave se encuentra la playa de estacionamiento: allí observamos varias unidades, entre las que se encuentran entremezcladas algunas de la empresa Alsina Graells, subsidiaria de este grupo. Sobresalen y llaman la atención varios Setra 319UL recientemente llegados de Alemania y, aún con matrícula de ese país, los actuales buque insignia de Continental: el Setra 417HDH (que merece un artículo aparte, para mi es de lo mejor visto hasta la fecha).

Además, conocimos al primer Setra 417 GT HD de esta empresa, algunos Volvo, Mercedes Benz O530 "Citaro" de 3 puertas para los servicios de Torrejón de Ardoz, algunos Setra S 317 HDH y, la frutilla de la torta, los vehículos Setra destinados a Museo.


Una verdadera nave: el Setra 417 HDH. Aquí lo vemos en el playón de la empresa, en pose para mostrarnos la amplitud de sus bodegas. (Foto: Carlos A. Sisto).

El más llamativo es un S 215 H con la librea de Alsina Graells, que en noviembre de 1982 fue utilizado por Su Santidad Juan Pablo II en Sevilla, por desperfectos en el coche oficial que lo trasladaba.

Esta Empresa está orgullosa de su personal y de su flota, casi su totalidad compuesta por unidades Setra. La antigüedad de la flota, actualmente, está entre los 2 y 6 años y la renovación es continua. Los servicios que presta tienen a Madrid como punto de partida y conducen a Toledo desde la terminal Sur de Autobuses, con los Setra 319UL. Desde Plaza Castilla hacia el norte también salen servicios con estos coches y algunos Setra 315 HD, pero pintados de color verde, con destino a las localidades de Buitrago, Pedrezuela, Rascafría, Torrelaguna, Valdetorres, Torremocha del Jarama, Cabanillas y Burgo de Osma entre otras.


Vista de otro Setra 319 UL, pero con los vistosos colores tradicionales de esta empresa. (Foto: Manuel González Márquez).

Desde Intercambiador Avenida de América salen ómnibus hacia Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares, Guadalajara, Meco, Las Verdillas, Universidad y Azuqueca. La numeración de sus líneas interurbanas parte de la serie 190 en adelante.


Setra 319 UL circa 2001 con destino Alcalá de Henares, fotografiado en Canillejas. (Foto: Carlos A. Sisto).

Los de largo recorrido cumplen servicios hacia Burgos, Irún, Vitoria, Bilbao, Tudela (en este caso operada por Conda S.A., otra empresa subsidiaria del grupo); San Sebastián y Soria, entre otros. También por intermedio de Alsina Graells presta servicios hacia Murcia, Andalucía oriental, Sevilla, Córdoba y Málaga.


Imponente Setra destinado a los servicios de larga distancia, fotografiado en la Terminal Sur a punto de partir hacia Granada. (Foto: Carlos A. Sisto).

Luego de esta fructífera visita nos despedimos de quien fue nuestro guía, el señor Javier Revoiro, a quien le estamos infinitamente agradecidos por su agradable atención. Y satisfechos regresamos a Madrid, cuando no, en un cómodo Setra 319 UL.

Carlos Alberto Sisto.
Noviembre de 2004