Según Pasan Los Años. La fotografía es una aliada importante de los investigadores. En ellas quedan registradas la historia viva de empresas, coches, modelos, personajes y sitios relacionados con el transporte de pasajeros. Muchas veces, algún enigma histórico no resuelto encontró su solución gracias a ellas. En varias oportunidades, casi siempre de manera fortuita, alguna determinada unidad es fotografiada con muchos años de diferencia entre foto y foto. Esto nos permite observar sus inicios cuando nueva, su evolución y su final. Encontramos muchísimos ejemplos en nuestro archivo, en donde vehículos de diferentes tipos nos cuentan su historia. Conozcámosla. El triste final de un OA 101
La desaparecida empresa Transporte del Oeste supo adquirir, entre 1992 y 1993, una buena cantidad de ómnibus El Detalle OA 101 con planta motriz Deutz. Varios fueron destinados a los servicios rápidos de la línea 136. Entre ellos estaba el coche 272 que en la primera foto, tomada a poco de salido a la calle en la localidad de Villars, luce el cartel Estaciones Solamente, distintivo de las unidades afectadas a ese tipo de prestaciones. Pero el tiempo pasó y sobrevino la crisis terminal de Transporte del Oeste, que encontró al pobre 272 en un playón propiedad de la empresa, completamente desguazado y convertido en improvisado depósito de asientos viejos. Lo triste es que podría haber continuado en actividad algunos años más, si hubiera recibido el mantenimiento adecuado. Los Conjuntos
Costa Rica. Los malos tratos que recibieron los vehículos de la Corporación de Transportes y su sucesora, Transportes de Buenos Aires, son más que conocidos. Muchas veces quedaban tan maltrechos que, forzosamente, debían ser reconstruidos. Los Talleres Costa Rica se ocuparon de volver a la vida a muchas unidades fuera de servicio. Su trabajo se centró especialmente en los colectivos, denominados microómnibus dentro de la enorme empresa. Con el fin de paliar la falta de repuestos originales (o de abaratar costos, no tenemos claro este punto) en los talleres se fabricaron autopartes en serie. Una de las más recordadas fue el conjunto de piezas que formaban la trompa de los colectivos Chevrolet, conocido como Conjunto Costa Rica. Si bien conservaba el formato básico del modelo original, su terminación era tosca y poco agraciada estéticamente. La parrilla fue el punto menos logrado (y por desgracia el más visible) del conjunto, como se aprecia claramente en las fotografías que acompañan la reseña. A la izquierda vemos a la unidad número 394, Chevrolet de 1946 ó 1947 carrozada en los mismos talleres Costa Rica, a poco de salir a servicio, con la parrilla original, compuesta de finas fajas de metal cromadas. Abajo aparece la misma unidad luego de ser reconstruida. Como se ve, la nueva parrilla no es más que un conjunto de varillas pintadas, sin cromar y dispuestas horizontalmente, contra natura del diseño original. Sus formas se vieron notoriamente deslucidas por este detalle que, a nuestro juicio, podría haberse mejorado sin demasiado esfuerzo. No obstante, hubo otro conjunto aún menos elegante. Quedará para otra ocasión. Palangana con
trole. Este tranvía, fabricado en los talleres Estomba de la Corporación de Transportes, fue presentado en una exposición realizada bajo la avenida Nueve de Julio hacia 1943. Fue numerado 374,
a continuación de los famosos imperiales de dos pisos
que circularon en la línea 1, y estaba planeada su construcción
en grandes cantidades, cosa que finalmente no ocurrió. Quedó
como pieza única y circuló hasta el final de los servicios
tranviarios en Buenos Aires. Sus formas redondeadas le valieron el apodo
de Palangana. Sus últimos años lo encontraron en estación Saavedra, al servicio de las líneas 4, 30 y 31 que allí tenían su base. Abajo lo vemos en circulación por la línea 31, a punto de cruzar el Puente Saavedra. Ya había recibido la pintura plateada estatal y las enormes superficies vidriadas habían sido divididas en dos, afeando la elegante forma de su lateral. El último
156. El 27 de septiembre de 1979 la línea 156 dejó las calles porteñas para siempre. El colectivo de la foto, un Convencional Mercedes Benz LO - 911 carrozado por A.L.A. a fines de 1973 o comienzos de 1974, fue uno de los coches más modernos que revistó en su flota. Varios ex - 156 continuaron su vida útil en otras líneas porteñas. Pero creemos que éste fue el más longevo de todos: la década de 1990 lo encontró aún en servicio en la línea 56, por aquellos tiempos prestada por Micro Omnibus Autopista S.A. Su matrícula, C 596129, delata su origen. Fue uno de los últimos Convencionales que circuló en Buenos Aires. Por esta condición, tal vez hubiera ameritado descansar en un museo. Pero su final fue muy diferente: terminó tristemente vandalizado frente a la cabecera que la línea poseía en la localidad de Tapiales. Una verdadera pena. Un inglés
en desgracia. Lamentablemente, no ha quedado ningún ómnibus Leyland porteño entero en condiciones de funcionar. Ni siquiera uno que pueda ser exhibido medianamente completo. Muchos fueron desguazados sin piedad y a otros le tocó en suerte el destino del coche de la foto: servir de casillas de vestuario o de depósito de herramientas en diferentes compañías constructoras. Arriba aparece el coche 52 de la empresa 17 de Agosto S.A. al servicio de la línea 26, fotografiado en su cabecera provisoria de Correo Central. Su recorrido a Retiro había sido cercenado a poco de la caída de Transportes Centenera, su anterior prestataria; aunque tiempo después, con la normalización de los servicios, la 26 volvió a su cabecera tradicional. La otra foto nos presenta al mismo ómnibus, ya degradado a la condición de vestidor. Aún se ve el número interno en su frente y una pequeña chapa, bajo la primera ventanilla, con el número y los destinos de la línea 26. San Vicente a
las brasas. Las fotos presentadas son producto de sendos safaris fotográficos a la zona de Plaza Constitución. La primera nos presenta al interno 27 de la empresa San Vicente, un Mercedes Benz LO 1114 Splendid de 1982 ó 1983 en un estado digno de ser fotografiado. Estaba lindo, el loco. Brillante, lustroso, con tazas de acero inoxidable, bandas blancas... un lindo ejemplo de colectivo famoso, aunque sin descollar. Un coche digno, bien mantenido, pero sin sobrecarga de ornamentos. Hasta que, tiempo después, los bomberos debieron acudir raudamente a la cabecera de la línea 79. Pero ya era tarde: el pobre interno 27 había sido pasto de las llamas. Si bien carecía de sus adornos (como se ve en la segunda toma, carece de tazas y bandas blancas) aún conservaba parte de su gracia. No sabemos si la desgraciada unidad volvió a la calle. Al momento del incendio ya cargaba una buena cantidad de años sobre su chasis. Cuando los años
pasan... pero para atrás. Cuando se adquiere un vehículo para su restauración se logra lo imposible: retroceder las agujas del reloj y volver el tiempo atrás. Y ganarle al tiempo no es poca cosa, amigos. Muy pocos lo han logrado. Un buen ejemplo de rejuvenecimiento es este pequeño colectivo Chevrolet de 1942 de 11 asientos, recuperado por la gente de Micro Omnibus 45 S.A.C.I.F. Fue encontrado como lo muestra la fotografía superior, convertido en furgón y en estado calamitoso, por nuestro colaborador y amigo Gustavo Del Manzo. Lo rescató e intentó su restauración junto al Expreso City Bell, la desaparecida prestataria de la línea 273 de la ciudad de La Plata. Ante la imposibilidad de terminarlo, lo vendió a Micro Omnibus 45, que encaró su recuperación y llegó a buen puerto, como se aprecia en la fotografía de la derecha. Si nos ponemos el sayo de puristas, no podemos soslayar algunos detalles que el rejuvenecido colectivo en su época no poseyó, como el exceso de filetes en su carrocería e interior, además de detalles en su carrocería que no corresponden al modelo original. Pero lo realmente importante es su rescate de una destrucción segura y que hoy es uno de los pocos testimonios vivos del transporte automotor argentino del ayer. Es realmente un hecho para celebrar. Felizmente, notamos una tendencia de nuestros empresarios a revalorizar su pasado. Cada vez más empresas adquieren alguna unidad antigua con el fin de restaurarla y preservar un pedacito de su historia. El que dejemos de lado la cultura del soplete que siempre nos ha caracterizado es un signo realmente alentador, aunque la reacción ha llegado, por desgracia, demasiado tarde. Infinidad de vehículos históricos dignos de preservarse se han perdido. Es imposible recuperar buena parte de nuestro ayer. No obstante aplaudimos las iniciativas de varias empresas, tanto de servicio urbano como de larga distancia, que concluyeron o llevan adelante sendas restauraciones que mantendrán en pie una pequeña porción de sus raíces. Y de las nuestras. Alejandro Scartaccini. Octubre de 2005. Fuente consultada:
Boletín de la AAT, números varios. Asociación Amigos
del Tranvía, Buenos Aires. |
BusARG.com.ar
- Primer Museo Virtual del Transporte Argentino ] Buenos Aires, Argentina
http://www.busARG.com.ar [ info@busarg.com.ar |
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