…donde estaciona ¿Quién no recuerda esta frase, un clásico de las guías porteñas como por ejemplo la Peuser, que se transcribía al final de los recorridos en buena parte de las líneas detalladas? Era un remate de texto de lo más común, que perduró a través del tiempo. Y es más: algunas guías lo mantuvieron vivo hasta hoy, como así también a otros clásicos como regresando por o su ruta. En lo personal, cuando niño, me intrigaban algunos lugares que las guías detallaban y no me resultaban conocidos. Eran sitios que se presentaban enigmáticos, como Puente Márquez, Villa Cerini, Kilómetro 35 o cruces de calles que no frecuentaba, como Somellera y Oliden, Azara y Olavarría o W.H. del Tata y Alzaga. Eran nombres que me resultaban misteriosos por desconocerlos y más de una vez originaron un paseo, para ver de qué se trataba. Y, en la mayoría de los casos, a los ojos de un chico, la llegada al lugar generaba desilusiones. Era una esquina más o un punto sin magia, salvo por los ómnibus o colectivos estacionados. Pero supongo que no habré sido la única persona a la cual la frase le generó la incógnita: ¿Dónde estacionaban? Repasemos algunos lugares a través de fotografías de época. Veamos: Línea 7 – Cabecera Parque Avellaneda
A veces señalada como Parque Olivera, no era otra que el cruce de Lacarra con la avenida Directorio, que durante mucho tiempo también fue la cabecera de la línea 226 (actual 56) y aún hoy figura como destino en las banderas de la línea 182, pese a que en realidad termina, desde hace años, en la esquina de Fernández y Rodó, a metros de Lacarra. La primera foto, tomada a fines de los ’70, fue tomada sobre la calle Tandil entre Lacarra y Laguna, clásico lugar en el cual se detenían los coches de la 7 a esperar el regreso a Retiro. Una simple calle de barrio, con muy poco tránsito y, es de suponer, con vecinos molestos por el movimiento de los colectivos. La foto tomada desde arriba nos muestra la esquina de Lacarra y Directorio a comienzos de los ’70, a la vuelta de la ubicación de la imagen anterior. Como se ve, también sobre Lacarra estacionaban coches de la 7. Mientras, por Directorio cruza un viejo F.A.C. de comienzos de los ’60, seguramente Mercedes Benz L-312, de La Vecinal de Matanza. Por esa esquina discurrían los recorridos de sus dos líneas de concesión nacional, 155 y 180. Al alargar al Barrio Samoré, la 7 abandonó esta cabecera. Se situaba exactamente en la esquina norte de Lacarra y Tandil, haciendo ochava. Años después allí se ubicó una parrilla al paso que hace unos años cerró. La construcción se conserva, pero con todas sus aberturas tapadas con ladrillos. Línea 12 – Cabecera Plaza Falucho
Enclavada en pleno barrio de Palermo, es una de las cabeceras más tradicionales de los colectivos porteños, que se mantiene desde hace muchas décadas. De hecho, la 12 es una de las líneas que menos ha modificado su recorrido en sus ya más de 80 años de vida (para más información sugerimos ver la historia de la línea, publicada en la sección Líneas y Empresas). Los coches entran por Santa Fe y salen por Luis María Campos. La imagen nos muestra el frente sobre la avenida Santa Fe, mientras se interna en el garage un Mercedes Benz OHL-1320 carrozado por Ugarte. A la izquierda se ve el frente de otro Mercedes pero carrozado por Eivar, extrañamente dispuesto en contramano sobre la avenida. Línea 57 – Su tradicional terminal de Arévalo y Nicaragua
Durante muchísimos años, esa esquina estuvo ligada a la historia de la línea 57, gracias a la enorme y preciosa construcción que le servía de cabecera, taller y terminal. Suponemos que a más de una persona le habrá llamado la atención que una construcción de ese estilo fuera una terminal y garage de micros, pero originalmente no había sido concebida para ello. En realidad fue construida para oficiar de orfanato. En sus primeros tiempos fue un Hogar de Niñas Huérfanas, propiedad de la Fundación de Damas Israelitas. No sabemos si finalmente cerró o si fue trasladado a otro lugar, pero lo cierto es que fue adquirido por la Atlántida para establecer allí su cabecera capital. Pese a que era espacioso, algunos coches descansaban en la calle, tal como se puede ver en la primera fotografía. Mientras tanto, en el antiguo patio se estacionaban las unidades a la espera del momento de partir, tal como se aprecia en la segunda imagen. A mediados de los 2000, Atlántida vendió su terminal, cuya integridad hoy día está protegida por Ley. Un espacio plateado en Plaza Constitución
De manera casual (o tal vez no) en la segunda mitad de los ’60 tres líneas ex tranviarias tuvieron sus cabeceras ordenadas una detrás de la otra en las dársenas dispuestas entre la plaza Constitución y la estación homónima del Ferrocarril General Roca, por lo cual era uno de los rincones plateados de dicho nudo de transportes. Las tres líneas que allí estacionaban (de adelante hacia atrás la 30, de la cual vemos un Leyland Olympic; la 83, cuyo representante es uno de los escasos colectivos Bedford Serra que convivieron con los tradicionales ómnibus Leyland en Transportes Centenera y la 84, cuyo Leyland Marshall vemos tras el Bedford) conservaron el color plateado heredado de los ómnibus entregados por el Estado Nacional cuando se hicieron cargo de los viejos recorridos tranviarios. Hasta el colectivo, extrañamente, se pintó de ese color, que también había sido el que portaron los antiguos tranvías. Con los años, el plateado se desvaneció: la 84 lo cambió por su conocido gris a comienzos de los ’70, la 83 los perdió por la caducidad de su prestataria y, cuando volvió a las calles de la mano de Transportes Chacabuco, lo hizo con los colores de la línea 77, propietaria de esta empresa (azul abajo, techo crema, franjas y cuerpos de filete en rojo) La 30 fue la que más lo conservó, hasta prácticamente la caducidad de su concesión, el 1º de febrero de 1978. Sobrevivían unos poquitos Leyland, pero mezclados con colectivos que sí llevaron nuevos colores, básicamente rojo abajo, techo celeste, franjas y recortes en crema o blanco (hubo más variantes de pintura –techo azul oscuro, por ejemplo- pero serían muy largas de enumerar). De estas tres líneas, hoy solo sobrevive la 84. La 30 y la 83 quedaron en el camino. Otra tradicional cabecera palermitana
De nuevo nos movemos a Palermo y a la calle Arévalo, la misma de la terminal de la 57, pero unas cuadras más hacia el este, en la esquina con la avenida Santa Fe. La línea 95 estableció allí su cabecera entre fines de los ’60 y comienzos de los ’70. Antes la tenía dos cuadras más hacia el Centro, sobre Angel J. Carranza casi esquina Santa Fe. Normalmente no hay muchos coches haciendo la espera allí. Evidentemente la “espera larga” la hacen en la cabecera de Avellaneda y los colectivos que hacen la espera allí parecen no molestar al vecindario. Es una cabecera estratégica, porque allí hay un pequeño nudo de transportes gracias a las estaciones Ministro Carranza del subte “D” y del Ferrocarril Mitre, que alimentan al 95 sobre todo en horas pico. La línea 104 y su antigua cabecera de Liniers
La tradicional línea 104, durante sus buenos tiempos sentó sus reales en Liniers, su cabecera más alejada del Centro porteño. Allí montó una amplia terminal, cuya salida principal se ubicaba sobre la colectora de la avenida General Paz (de lado de la Capital). Contaba con un playón para internar unidades, taller mecánico, despacho de gasoil, oficinas administrativas, operativas y una sala de reuniones para el directorio. La toma nos muestra la salida del lado de la General Paz. En su frente no había imaginación arquitectónica: era absolutamente utilitario y sin lugar para ornamentos. Tiempo después de la llegada del Grupo Plaza al gerenciamiento de Empresa de Transportes 104, en 1997, esta terminal dejó de utilizarse. Otra terminal histórica del barrio de Liniers…
…que en este caso perteneció a la línea 174, cuando aún estaba en manos de su prestataria original, llamada San Bosco. Se ubicaba en una delgada franja de terreno situada entre la avenida Rivadavia y las vías del Ferrocarril Sarmiento, a la altura de las calles Leguizamón y Lisandro de la Torre. En ese espacio, delgado y largo, se las ingeniaron para montar una cabecera con espacio para la espera de las unidades, oficina de tráfico, espacio de descanso para los choferes, baños y depósitos. Lo mínimo necesario para asegurar la operatividad de las instalaciones. Era una terminal muy utilitaria e interesante, punto de observación obligado para cualquier aficionado que anduviera por la zona. Tiempo antes de la desaparición de la empresa San Bosco, se abandonó ese espacio y las unidades comenzaron a parar en la calle. Posteriormente las instalaciones fueron demolidas y en el angosto solar se construyó un edificio para uso netamente comercial. Cuando la línea 134 finalizaba su recorrido en Barracas
Desde tiempos remotos, la línea 134 tenía su cabecera sur, ubicada en el barrio de Barracas, en el cruce de las calles Luján y Herrera, casi en el Puente Pueyrredón viejo. Fue una terminal muy duradera, porque proviene de las arcaicas épocas en la que esta línea se identificaba con el número 34 y era explotada por la Compañía General de Omnibus, previamente a su toma por parte de la Corporación de Transportes. Con el alargue a Avellaneda y Dock Sud, realizado a fines de los ’90, esta tradicional cabecera se perdió. La imagen fue tomada a comienzos de esa década y nos permite apreciar el entorno bien suburbano, fabril y quedado en el tiempo que la zona ofrece aún hoy. La tristeza de haber sido…
Si hoy nos paramos en este mismo lugar, la salida del lado norte de la estación Villa del Parque, nos daremos cuenta de que ya no existe la pequeña calle empedrada, reemplazada por otra del tipo prioridad peatón y que las dos líneas que tenían allí su cabecera, numeradas 170 y 190, también forman parte de la historia. Ya no circulan. Ese lugar hoy parece más residencial de lo que es, por desaparecer ambas líneas y perder el movimiento de vehículos y pasajeros que tradicionalmente ocasionaban. La imagen nos muestra los últimos tiempos de operaciones en ese punto, con la línea 170 ya en manos del Grupo Trainmet, a través de la empresa Transportes Integrados Centro. A la izquierda vemos un coche con el último esquema de pintura que la línea utilizó, mientras que el ejemplar de la derecha lleva los colores con los cuales la empresa Atlántida operó los servicios urbanos de la ciudad de Luján durante un breve lapso. Hace muchos, muchos años, en Villa Pueyrredón…
…dos líneas de ómnibus, numeradas 102 y 106, tenían su cabecera cerca del cruce de Avenida de los Constituyentes y Republiquetas, la actual Crisólogo Larralde. Creemos que esta foto fue tomada sobre la calle Republiquetas y explicaremos el porqué: de Avenida de los Constituyentes entre Núñez y Republiquetas salía la línea 102, cuyo representante es el Mack C-41 que vemos a la derecha, que tomaba esta última calle para buscar Medeiros y continuar su recorrido. El ómnibus de la izquierda, otro Mack, es un 106, cuyo recorrido hoy sobrevive pero camuflado dentro de la actual línea 112. Esta línea salía de Republiquetas entre Constituyentes y Medeiros. Aparentemente el 106 está haciendo la espera (obsérvese el personaje en la vereda junto al ómnibus, que podría ser el guarda o eventualmente un inspector) mientras el 102 pasaba por allí, segundos después de salir de su cabecera. Si bien no estamos ciento por ciento seguros, todo indica que esta foto fue tomada en la cuadra en la que la línea 106 hacía su espera, aunque por no tener la plena seguridad de que así sea, aceptamos correcciones o sugerencias al respecto. Lugar tradicional para estacionar
Este es el punto del centro porteño al cual muchas líneas utilizaron como lugar en donde estacionan: el Correo Central. Líneas aún existentes como la 74, la 105, la 140 (foto), la 146, la 155, la 159, la 109 y desaparecidas como la 48 o la 94 (aunque esta última terminaba en el Luna Park, a solo metros del Correo Central) utilizaron las instalaciones adyacentes al correo como cabecera. Durante décadas fue (y aún es) uno de los nudos de transporte más céntricos, aunque las cabeceras de la mayoría de las líneas fue trasladada a nuevas instalaciones construidas a pocas cuadras de allí, en el cruce de las avenidas Eduardo Madero y Córdoba. La desafectación del edificio del correo como tal y las obras de su reforma aún en ejecución con el fin de convertirlo en Museo, hicieron que las operaciones en las dársenas tradicionales se dificultaran. La cabecera de la mayoría de las líneas se trasladó a la nueva terminal y el viejo Correo Central se transformó para ellas en un lugar de paso. Y podríamos seguir durante horas y horas mostrando cabeceras, paradas y rincones a veces poco conocidos. También lugares que oficiaron de terminales en el pasado y que hoy son tranquilos suburbios sin vehículos de transporte de pasajeros que incomoden a los vecinos. Pero a nosotros también nos llegó el momento de frenar nuestro trabajo y detener esta nota… …donde estaciona. Alejandro Scartaccini Fuentes consultadas: |
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BusARG.com.ar
- Primer Museo Virtual del Transporte Argentino ] Buenos Aires, Argentina
http://www.busARG.com.ar [ info@busarg.com.ar |
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