EMIGRANTES ARGENTINOS II
Consideramos a Emigrantes Argentinos
la nota más exitosa en cuanto a interactividad se refiere. A pocas
horas de su llegada a la red comenzó una verdadera avalancha de opiniones
y excelente data adicional enviada por investigadores y aficionados de muchos
países.
Con el transcurso del tiempo, la cantidad y calidad del material acumulado
hizo posible la confección de esta nota, complementaria de la primera, que
para nosotros tiene un significado muy especial: éste es el primer trabajo realizado gracias
al aporte de nuestros visitantes. No hubiéramos podido hacerlo sin su ayuda.
Agradecemos muchísimo a todos los amigos que facilitaron el material y
fotografías que contribuyeron a engrandecer esta obra. No olvidamos sus
nombres: serán justicieramente recordados en el segmento correspondiente
al país del que aportaron datos o fotos.
Esperamos que disfruten esta primera nota interactiva. Es su obra y no la nuestra, limitada a pegar
todos los pedacitos de historia que recibimos en los últimos meses.
Fig. 1: (Foto: Revista Industria Carrocera Argentina). |
En la reseña de nuestra primera nota,
debido a la gran cantidad de productos exportados a este país, omitimos
profundizar sobre la exportación de micros DECA – Deutz carrozados por A.
Y L. Decaroli S.A.. Resultado: una gran cantidad de e-mail preguntando por
ellos.
Fueron presentados en el Uruguay en 1965, en un gran evento llamado Feria
del Atlántico. Según sus propios fabricantes, merecieron por parte de los transportistas uruguayos las más óptimas expresiones
de admiración, consolidadas más tarde a través de las pruebas a las que
fueron sometidas en las carreteras orientales (1).
Las primeras tres unidades fueron exportadas
a fines de 1968 por vía terrestre, despachadas desde la aduana de Rosario.
Fueron destinadas a la empresa C.O.R.A., que atravesaba el Uruguay con un
recorrido entre Montevideo y la ciudad de Artigas (fig.1).
Fig. 2: (Foto: Alberto Kaselis). |
Pero al Uruguay no solo llegaron los chasis DECA – Deutz carrozados por
Decaroli: conocemos una tanda de 4 coches carrozados por San Antonio con
una extraña configuración suburbana con puerta trasera, que circularon durante
muchos años en la empresa C.O.D.E.T., que une Montevideo con la localidad
de Las Piedras, cercana a la capital pero ubicada en el departamento de
Canelones (fig. 2).
Fig. 3: (Foto: Alberto Kaselis). |
Tras el cese de sus servicios pasaron
a circular en empresas menores o, en algunos casos aislados, fueron alquilados
a algunas prestatarias de primera línea, como la C.I.T.A. (fig.
3), para ser utilizados como refuerzo.
El paso de los DECA – Deutz en general por las rutas uruguayas puede considerarse
exitoso, pero hoy ya forman parte de la frondosa historia del transporte
de ese país.
En otro orden de cosas, recibimos la
información de que el solitario FIAT 130 AU binacional,
carrozado por la firma uruguaya Banda Oriental de acuerdo a un modelo de
la argentina Bus, cambió de empresa en el primer trimestre de este año.
Pasó a revistar en la empresa Cáceres, donde fue remotorizada con Mercedes
Benz pero mantuvo la librea presentada en la foto de Emigrantes
I y solamente se le agregó un escueto cartel con la leyenda Al servicio de la empresa Cáceres.
Agradecemos públicamente a nuestros amigos Alberto Kaselis y Milton N.
Sörensen, que nos acercaron buena parte de la información que posibilitó
el armado de esta nota.
Chile.
En este caso, la cantidad de información
recibida es apabullante. Gracias
a todos nuestros amigos chilenos y argentinos, el panorama de los vehículos
exportados a nuestro vecino trasandino puede aclararse bastante.
Fig. 1: Vista de uno de los primeros microbuses El Detalle de tamaño normal que llegaron a Chile. Fue fotografiado en septiembre de 1993, con cerca de dos décadas de uso, en la empresa Buses Cerro Barón, urbana de la ciudad de Valparaíso. (Foto: Ricardo Adonis Ponce). |
Los primeros vehículos argentinos recibidos
para el transporte urbano chileno no llegaron carrozados.
A mediados de 1972 comenzó la importación de chasis
argentinos para microbuses, del modelo LO 1114 de Mercedes Benz. Nunca
llegaron al mercado ejemplares cero kilómetro de su antecesor, el LO 1112
discontinuado el año anterior.
Hasta mediados de 1974 llegaron sólo chasis en grandes cantidades, que se
convirtieron en marca y modelo único para la renovación del parque de microbuses.
Los empresarios estuvieron obligados
a comprarlos, debido a que no existían importaciones de otras marcas.
Fig. 2: La clásica Pinina, mucho más pequeña que los microbuses comunes, aún es utilizada en muchas poblaciones del interior chileno. Aquí lo vemos en la ciudad de Curicó, al servicio de una empresa vecinal llamada Intercomunal.(Foto: Rosa Miñano). |
Al principio los transportistas los
miraron con recelo por estar asustados ante lo desconocido. Pero poco tiempo
después, comprobada la buena calidad del producto, se revirtió ese sentimiento
de miedo que inspiraban los misteriosos 1114 argentinos.
Los primeros microbuses (colectivos) carrozados que arribaron a Chile fueron las
Pininas carrozadas por El Detalle
(fig.
1), de tamaño normal, sobre el chasis 1114 de 4,80 metros entre
ejes. Desde mediados de 1974 llegaron enormes cantidades a Chile, en diferentes
tamaños. El despacho de las unidades estaba a cargo de la firma Borben S.A.,
representante Mercedes Benz de la localidad de Maipú, en la provincia de
Mendoza.
Llama la atención que este exitoso
modelo se comercializara antes en Chile que en Argentina. Los primeros envíos
datan de 1974 y, en muestro país, los primeros salieron a la calle el año
siguiente.
Si bien en el aspecto externo los modelos eran muy parecidos en ambos mercados
(salvo en el parabrisas: buena parte de los chilenos contaban con vidrios
planos al mejor estilo coche patagónico a diferencia de los argentinos,
con vidrios curvos), el interior de las Pininas era más económico y espartano.
Fig. 3: Creemos presentar en esta imagen a uno de los Pegaso 5064 A carrozados por El Detalle en 1978. Si bien no tenemos la certeza absoluta de que este coche realmente sea uno de ellos, debido a que no se vislumbra ninguna placa identificatoria, el estilo de sus ventanillas y ciertas formas de la carrocería se adivinan como un producto de El Detalle. La empresa Vía Sureña cumplía, al menos hasta comienzos de la década de 1990, servicios interurbanos con cabecera en la ciudad de Temuco. No sabemos si aún continúa con las prestaciones. (Foto: Osvaldo Manoli). |
En ciertos detalles se notaba que la
intención fue de abaratar costos, como en su revestimiento melamínico, color
crema liso. No sobraban ornamentos y en general eran muy sobrios y poco
atractivos.
Desde 1975 comenzaron a llegar las
Pininas más pequeñas, de sólo tres ventanillas
por lateral (fig. 2), destinadas a los servicios
de taxibuses. Tuvieron una muy
buena acogida entre los empresarios taxibuseros,
por las buenas referencias que tenían de los empresarios microbuseros que habían recibido la versión más larga.
El único inconveniente que tuvieron
fue su falta de aceleración, necesaria en los servicios de taxibuses por
la encarnizada competencia que libraban por los pasajeros, en la cual el
vehículo más rápido llevaba las de ganar. Los modelos Ford nafteros de 1971
y los Ford Diesel con motor Caterpillar V 8 de 1979, que tuvieron una aceleración
increíble, casi siempre triunfaban en las picadas
sobre las más lerdas Pininas.
Junto con ellas, en 1975, llegó una
tanda de chasis argentinos Chevrolet C 10 que también estaban destinados
a los servicios de taxibuses. Resultaron muy malas, tanto de motor como
de mecánica en general. Entre 1975 y 1976 llegaron, además, una buena cantidad
de chasis Dodge 500 con motores nafteros de 6 cilindros en línea. También
terminaron como taxibuses, pero casi todos fueron enviados al interior del
país.
Fig. 4: Vista de uno de los minibuses Metalpar Aconcagua exportados en los últimos años, afectado al servicio urbano de la ciudad de Santiago. (Foto: Marcelo Mella). |
Con esta compra se acabó la importación
de taxibuses argentinos durante esa década, pero aún quedaba por arribar
una tanda poco conocida de vehículos de industria nacional.
En 1977 se comenzaron a importar chasis
españoles Pegaso 5064-A, con motor delantero. Los empresarios chilenos estaban
tan contentos con la calidad de las carrocerías El Detalle, que en 1978
enviaron una buena parte de los chasis a la Argentina para que esta firma
los vistiera.
Justo antes de ser entregados se produjo
un problema limítrofe entre ambos países, que casi tuvo como consecuencia
un conflicto armado. Los coches ya estaban carrozados y fueron retenidos
por algún tiempo en Argentina, en espera del desarrollo de los hechos.
Una vez superados los momentos de tensión
los rehenes fueron liberados y
cruzaron la Cordillera.
Fueron utilizados durante muchos años
y su styling, con paragolpes cromados
y parabrisas enterizo, agradó mucho a los empresarios chilenos (fig.
3).
En años subsiguientes, el transporte
chileno se nutriría de vehículos fabricados en Brasil. Los productos argentinos
quedaron relegados y solamente, entre 1980 y 1981, se exportaron algunas
unidades usadas. La figura 1 de
Emigrantes Argentinos I, el coche de la
empresa Machalí, es uno de esos casos. Se sabe también de unos viejos Mercedes
Benz LO – 1114/48 carrozados por El Indio, provenientes de una empresa urbana
de la ciudad de Mendoza llamada El Cacique, que circularon algún tiempo
en la ciudad de Valparaíso.
En el transcurso de la década de 1980
habría entrado una tanda de ómnibus Mercedes Benz OF 1214 también carrozada
por El Detalle y hacia finales de esa década comenzaron a llegar las diferentes
tandas de Bus reseñados en la primera parte de este trabajo.
Corregimos un error sobre los coches
El Detalle OA 101 enviados a Chile. Erróneamente los habíamos equipado con
motor Cummins... cuando en realidad todos fueron exportados con planta motriz
Deutz.
Los motores originales tuvieron múltiples
problemas y fueron sustituidos, pero por una nueva serie de motores Deutz.
Todo indica que ninguno de los OA 101 exportados llegó con Cummins a Chile.
Además de la línea 214 de Santiago,
explotada por la empresa Los Leones, la prestataria de las líneas 246 y
422 entre otras, llamada Kobac, fue una de las principales compradoras de
este producto que no tuvo en el país trasandino el éxito esperado.
Las últimas exportaciones argentinas
a Chile se han limitado a algunos minibuses Metalpar, del modelo Aconcagua
(fig.
4), sobre chasis Mercedes Benz o Volkswagen. Además existe un solitario
Metalpar Fénix, construido sobre un Mercedes OH - 1621 L de piso semi bajo,
que completa el pobre panorama actual de nuestras exportaciones de unidades
urbanas al país hermano.
Puede darse por cierto que los primeros
vehículos argentinos exportados destinados a servicios de media o larga distancia fueron Mercedes Benz
O – 140 (desconocemos su carrocería), hacia 1970.
Eran color celeste con techo blanco y la mayoría fue destinada a la Fuerza
Aérea Chilena.
Se conoce a un sobreviviente aislado, utilizado como transporte de personal
en la ciudad de San Bernardo.
Esta primera tanda de micros fue seguida
por una buena cantidad de chasis pelados,
que fueron carrozados en Chile.
Además de este importantísimo dato, nos han llegado numerosas precisiones
de empresas que han contado con unidades argentinas en sus flotas:
Los
Libertadores: Antecedente de
la actual empresa O´Higgins – San Martín, precisamente los libertadores de ambos países, utilizó una cantidad no determinada
de DECA – Deutz carrozados por Cametal de acuerdo a su modelo Nahuel I,
hacia 1977.
En el grabado se puede apreciar a uno
de estos vehículos, en el paso de frontera del Cristo Redentor, que une
a Chile con la provincia de Mendoza.
(Foto: Daniel Bernardo).
Ruta 57: Sabemos que en un momento determinado basó toda su flota en camellos Deutz, pintados de color naranja
y blanco. probablemente carrozados por San Antonio.
A mediados de 1985 fue
absorbida por la empresa Buses Ahumada
que, a su vez, contaba con dos Deutz de industria argentina. Fueron los
internos 7 y 14, decorados predominantemente en azul oscuro, con letras
blancas.
En su flota tuvo tres DECA – Deutz, uno de ellos con una extraña carrocería
Cametal, según testimonios, poco vista, muy cuadrada y pintado de rojo fuego
con techo blanco.
Los otros dos estaban decorados en naranja y blanco y, menuda curiosidad
para esos rumbos, sus números internos no estaban pintados, sino que eran
metálicos y estaban atornillados a la carrocería.
Entre
1976 y 1979 estuvieron destinados a la ruta mencionada más arriba pero más
tarde, debido a su comodidad y suavidad, fueron destinados al transporte
de trabajadores de la empresa de cobre División Andina. Los Deutz cumplían
ampliamente las exigencias solicitadas y comenzaron a realizar un pequeño
recorrido de 35 kilómetros, entre Los Andes y la ciudadela minera de Saladillo,
enclavada en el medio de la Cordillera de los Andes.
Pese a las duras condiciones, los tres coches cumplieron con su misión en
forma excepcional. Los dos Deutz naranja y blando fueron relevados entre
1983 y 1984, cuando Buses J.M. adquirió una partida de Marcopolo III.
Hasta
principios de 1986 solía vérselos guardados en los talleres de la empresa,
hasta que fueron vendidos a empresas más pequeñas.
Según versiones, uno de estos viejos compañeros estaría aún en servicio,
presumiblemente en pequeñas rutas de la Cuarta Región (Ovalle – Punitaqui).
El Cametal fue mucho más longevo: fue vendido a una pequeña empresa de viajes
especiales de la ciudad de Santiago en 1989, y aún en 1997 lo conservaban,
en excelentes condiciones.
Buses
Longi Sur: También tuvo una cantidad no determinada de DECA – Deutz,
en esta caso carrozados por D.I.C. hacia 1976.
Cumplieron el servicio Santiago – Talca durante bastante años: esta foto
fue tomada en septiembre de 1993, donde lo vemos en pleno sprint
en la ruta Panamericana.
(Foto: Ricardo Adonis Ponce).
Hoy tienen un aspecto diferente del que presenta en la foto: fueron repintados
con una librea no tan atractiva, que combina los colores rojo, negro y blanco.
Estos coches son sólo dos, que fueron importados por don Fernando Robles
para su empresa, Buses Robles, con recorrido entre Santiago y Algarrobo.
La primera experiencia exportadora.
|
Hacia
1995 comenzaron a aparecer en nuestro país una buena cantidad de minibuses
Zanello, cuya especificación de chasis desconocemos, construidos por esta
por entonces joven carrocera.
Eran bastante agradables a la vista, con planta motriz Cummins y el formato
de una unidad grande comprimido en
un minibús. Y unos de ellos cruzó la cordillera para tentar suerte en nuestro
país hermano.
Llegó
hacia 1996 y fue presentado en numerosas exposiciones. Tuvo buena acogida
en general pero, finalmente, la exportación no pasó de esta unidad, que
fue vendida.
Se
sabe que la empresa compradora, cuyo nombre desconocemos, quedó bastante
satisfecha por su rendimiento. Pero, al poco tiempo, comenzaron los problemas
con los repuestos, clásicos de las unidades Zanello.
Las piezas del chasis eran inconseguibles, por ser todas inventadas
por Zanello y, para colmo de males, por aquellos años Cummins no tenía
mucha penetración en el mercado chileno y la consecución de repuestos no
era para nada fácil.
¿Resultado?
Su radiación, tras unos pocos años de servicio.
Pero
la historia no termina aquí...
La devaluación de nuestra moneda respecto del dólar hizo posible que los
productos argentinos ganen competitividad frente al tradicional mercado
importador de buses a Chile: Brasil.
Saldivia estableció una sociedad con la firma carrocera local Cuatro Ases,
encargada de la comercialización. Y, tras largos años de ausencia, una nueva
exportación se ha concretado.
Se trata de un micro interurbano construido de acuerdo a su modelo Aries
3.2, sobre un chasis Mercedes Benz OF 1318 de motor delantero, adaptado
a todas las normas exigidas por las autoridades chilenas.
Al parecer, el primer coche llegado al otro lado de la cordillera tuvo una
buena acogida por parte de los transportistas locales.
Recomendamos
visitar la página de este establecimiento carrocero, www.saldivia-buses.com.ar,
donde se exhibe una buena cantidad de fotografías del coche recién emigrado.
Seguiremos de cerca la evolución de este nuevo intento de ganar posiciones
en mercados prácticamente perdidos, que de corazón deseamos sean recuperados.
Y esperamos que brinden, sobre todo, trabajo para nuestra alicaída industria
carrocera que aguarda, y seguramente tendrá, un futuro mejor.
No podemos menos que agradecer a nuestros buenos amigos
Ricardo Adonis Ponce (¿Ya visitaron
Bus
Archive Chile, su más que buena página web?), Gabriel
Narbona, Raúl Bustos, Adrián
Saldivia y Daniel Salazar, por acercarnos la interesante
data que permitió ampliar nuestros conocimientos sobre los buses argentinos
de larga distancia exportados a nuestro país vecino.
Perú
Por
ahora no hay mucha información nueva que brindar, pero aparecieron dos nuevos
datos que pueden servir como punto de partida para una investigación más
profunda.
Según una nota aparecida en el diario mendocino Los
Andes, en 1976, el establecimiento carrocero Colonnese exportó desde
Mendoza una cantidad de vehículos no determinada, hacia 1975 ó 1976, montados
sobre chasis Mercedes Benz LO – 1114. No nos consta la ciudad a la que fueron
destinados.
Por otro lado, un testimonio afirma que en el año 2000 fue vista una línea
urbana de la ciudad de Lima operada con colectivos argentinos Mercedes Benz
LO – 1114, aparentemente datados en la década de 1980. Hasta ahora no pudimos
establecer mayores precisiones sobre este nuevo dato.
En este caso debemos agradecer a nuestros amigos Roberto Tomassiello y Daniel Salazar. Gracias a ellos, tal vez,
podamos comenzar una investigación más profunda sobre modelos argentinos
en suelo peruano.
México
Fig. 1: (Foto: Alejandro Scartaccini). |
En
este caso no es del todo correcto llamar emigrante
al único vehículo argentino que pisó tierra mexicana: más bien deberíamos
tratarlo de turista, pues volvió
a la Argentina luego de un período de prueba.
Se trata del trolebús Cametal – Cramaco,
construido a fines de la década de 1980 y presentado en varias exposiciones
con gran pompa (fig. 1), que en realidad fue montado sobre el bastidor de un
trolebús mendocino Z.I.U. – Uritzky de fabricación soviética destruido por
un incendio.
En
México lo llamaron Ikarus, por
los componentes de la firma húngara Ganz
que lo equipaban. Circuló unos meses a prueba y se resolvió comprar
200 para ser utilizados en el Distrito Federal,
Y el solitario prototipo sacó su pasaje de vuelta.
Fig. 2: (Foto: Osvaldo Manoli). |
Lo
encontramos nuevamente en 1992, adentro de los galpones porteños de las
empresas de larga distancia La Estrella
y El Cóndor, situados en el barrio de Barracas,
en la lamentable condición que muestra la fig. 2. Aún estaba cubierto
de grasa, con la que se lo embadurnó para emprender el viaje por vía marítima
y hasta podían leerse una buena cantidad grafittis en su interior, escritos durante su estadía en la ciudad
de México.
Hasta donde sabemos, éste fue el único viaje que realizó con el fin de ser
evaluado. Sólo quedaron los recuerdos de este buen proyecto, hoy tristemente
olvidado.
Perlitas Centroamericanas
Nuestro
amigo Walter Paplos nos acercó datos sueltos sobre algunas empresas de varios
países centroamericanos que cuentan con vehículos argentinos en sus flotas:
Guatemala: La empresa Eureka Ltda. posee una cantidad no precisada
de unidades carrozadas por El Detalle.
Nicaragua: La Cooperativa Parrales Vallejos cuenta con otra serie
de El Detalle de 1985, también sobre Mercedes OF 1214.
La
carrocera rosarina Cametal exportó a este país, durante los últimos meses
de 1993, una tanda de ómnibus carrozados de acuerdo a su modelo Metrobus,
sobre chasis Isuzu.
Sabemos que fueron 100, que se desparramaron por varios países. Pero no
nos ha llegado el dato de la cantidad exacta que recibió este país.
Estaban equipadas con carrocerías del modelo destinado a servicios de media
distancia. Tenían 12 metros de longitud y contaban con 51 asientos.
La construcción de estos productos, que estaban equipados con motores turboalimentados
a través de un compresor de alta y baja, se realizó con el asesoramiento
y la supervisión de la casa matriz Isuzu, de Japón.
Estados Unidos.
Los
CX.40 de Cametal y los F50 exportados por Imeca, que reseñamos en Emigrantes Argentinos I, no fueron los únicos vehículos argentinos
que pisaron tierra estadounidense.
Al menos dos tandas diferentes de ómnibus construidos por la firma mendocina
Ferroni fueron probablemente exportados (o fabricados en Estados Unidos
bajo licencia) a principios de la década de 1990.
Se
los llamó Géminis S – 30, que según testimonios no
cuenta con un styling muy agraciado,
y Apollo T – 40, al parecer una
versión yanquizada del Mercedes
Benz O – 371 monobloco urbano.
Al parecer las cifras que acompañan al nombre indicarían su largo en pies,
pero no tenemos, al menos por el momento, mayores precisiones al respecto.
No
se sabe mucho más de ellos, al menos por ahora, ni nos han llegado fotografías.
Pero no descartamos, en un futuro, poder ampliar la exigua información brindada.
Nuevamente dice presente Carlos Wallberg, que nos acercó gentilmente la data que nos permitió
dar el puntapié inicial de una investigación sobre la que procuraremos avanzar
en los próximos meses.
¡Australia!
Carrocerías
Saldivia tuvo el privilegio de ser el primer fabricante argentino de buses
que exportó un vehículo al continente de Oceanía.
Pero
este emprendimiento, poco conocido, no tuvo un final feliz.
Una
persona de origen argentino, que tenía una financiera en Australia, se comunicó
con la firma, argumentando tener
profundos conocimientos del tema e interesado en el modelo minibús de motor
trasero.
Tras
las conversaciones preliminares, esta persona contrató ingenieros y llegó
al país.
Una vez aquí, tras las primeras investigaciones, tropezó con dos graves
inconvenientes: el primero estaba relacionado con las especificaciones técnicas
que Australia requería para sus vehículos de transporte de pasajeros, enormemente
superiores a las argentinas. Y la segunda, aparentemente insalvable, era
que el pequeño chasis de minibús con motor Zanello, el único producido en
el país, no se fabricaba más...
La
decisión tomada fue de fabricar el
chasis y adaptar la carrocería para que cumpliera con los requisitos
de seguridad australianos.
Luego de varios meses el proyecto concluyó y el coche fue embarcado hacia
su destino.
Llegó al puerto remolcado por una grúa: la planta motriz sería colocada
en Australia. En las fotos se lo ve en el puerto de Buenos Aires, a punto
de ser cargado en la bodega del barco, todo embadurnado con cera, procedimiento
usual en los vehículos que emprenden viajes de ultramar.
(Fotos: Adrián Saldivia). |
Fue
lo último que se supo de él: la persona impulsora del proyecto desapareció con los planos y
el prototipo, cuando tuvo todo aprobado.
Hay una vaga información que indica que habría montado una carrocera en
un país, tal vez de los Balcanes. Y que ya estaría en plena producción.
Tal vez podamos averiguar, algún día, si existen en Australia o en algún
otro país de la zona hijos ilegítimos de Saldivia, devorando
kilómetros sin saber lo oscuro de su origen...
Esta asombrosa (e increíble) historia nos fue contada
por uno de sus protagonistas, nuestro amigo Adrián Saldivia, quien puede ratificar lo aquí expuesto.
¡¿China?!
El embarque del prototipo Cametal hacia China quedó inmortalizado en esta foto, de la cual desconocemos su procedencia. (Foto: Colección Roberto Tomassiello) |
Suena
asombroso que un vehículo argentino haya recalado en este país, una de las
principales potencias industriales del planeta.
Pero así fue: al menos un micro carrozado por Cametal, de acuerdo a su modelo
Jumbus, partió el 3 de febrero de 1988 desde el puerto chileno de Valparaíso
embarcado en el buque Ammersdoorf,
de bandera holandesa, hacia el lejano oriente.
En
principio estuvo destinado a una empresa llamada Sud, de dicho país. No
nos consta si éste fue el primero de una cantidad no determinada o si la
operación se truncó tras la entrega del prototipo.
Este coche fue muy especial, debido a que fue íntegramente construido por
Cametal en su planta de Villa Gobernador Gálvez.
La
experiencia adquirida en 1980 durante la estrecha relación que mantuvo con
la firma Neoplan de Alemania (nacida
debido a la importación de los micros de doble piso que circularon en El
Cóndor y en la Río de la Plata, tan publicitados y conocidos) fue muy valiosa
a la hora de encarar la construcción de un ómnibus integral,
con la fabricación de su plataforma incluida.
Era autoportante (sin chasis) y su longitud era de 12 metros. Contaba con
dos ejes, calzados con neumáticos de rodado 11 x 22´´, y la clásica planta
motriz Deutz F8L 413 F, dotada de 8 cilindros en “V” con una potencia de
256 HP.
Su dirección era asistida, la caja de velocidades fue provista por ZF y
contaba con frenos de aire.
No conocemos qué ha sido de él. Esperamos, con el tiempo, conocer qué suerte
ha corrido, tan lejos de su tierra natal.
Nuevamente le decimos ¡gracias! a nuestro buen amigo
Roberto Tomassiello, uno de los “convidados
de piedra” a la hora de brindar buenos y veraces datos históricos y técnicos.
Solo nos queda decirle nuevamente gracias,
muchas gracias, a todos nuestros
amigos que aportaron su granito de arena para hacer posible la realización
de esta nota.
Nuestra idea es, algún día, poder realizar Emigrantes Argentinos III, para completar la reseña de la totalidad de los buses argentinos exportados.
Y sabemos que contaremos con la colaboración de un genial, multinacional
y heterogéneo equipo investigador, que se pondrá nuevamente en acción al
rescate de la historia.
BusARG.com.ar
- Primer Museo Virtual del Transporte Argentino ] Buenos Aires, Argentina
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